Carnaval en la Perla del Sur

La pasada semana culminó una de la actividades más esperada por los ponceños. Me refiero precisamente a la celebración del carnaval. Entre bandas musicales, arte, baile, disfraces, carrozas coloridas y alegría se celebraron los 159 años de esta tradición. El carnaval de Ponce es uno de los más antiguos de Latinoamérica, otros países por su parte realizan este evento con la participación del publico local.

[Imagen: vejigantes por Rian Castillo. Licencia CC]

Aunque recibe el respaldo y asistencia del pueblo, pocos saben el origen de esta festividad. El Diccionario de la Lengua Española, ofrece una clave que nos ayuda a entender el concepto principal desde su etimología. Carnaval, del italiano carnevale y de la haplología carnevalare, donde ‘carne‘ conserva su semántica y ‘levare‘ significa quitar, entendemos que se refiere a quitar carne o más bien el consumo de la misma. Por lo cual hace referencia y corresponde a los días previos al inicio de la cuaresma cristiana.

Precisamente, el carnaval tiene el propósito un tanto precristiano. Es marcar el fin de la temporada donde se disfrutan ciertos excesos, para adentrar a la reflexión y la abstinencia. Durante la actividad aparecen ciertos personajes que conducen al rechazo completo del desenfreno. Por lo general las presentaciones ocurren durante tres días, en algunos casos se demora hasta 4.

[Video: Carnaval Ponceño por Alfonso Sanabria/ Sanabria Events]

Comienza con la llegada del Rey Momo, quien representa al dios de la burla. A esto le sigue por la aparición de los Vejigantes. Los Vejigantes son una figura importante en el carnaval, en las Fiestas de Santiago Apóstol en Loíza estos representan a los moros que combatieron contra Santiago Apóstol. En las fiestas de la calle San Sebastían se presenta el Diablo Verde donde su atuendo es completamente verde y su mascara tiene dos cuernos. Así mismo, en Ponce, los Vejigantes simbolizan diablillos que se divierten asustando a los que participan del carnaval con vejigas infladas. Estas, son utilizadas para pegarle a la gente a modo de travesura. Además, según la cultura popular estos cantaban unos coros para entretener al público mientras hacían maldades como, secuestrar a los niños. Uno de los coros dice: “Vejigante come coco” a lo que responden “coco, coco, coco, coco”. De igual forma, existen estos personajes en carnavales de otras regiones y países, pero su nombre varía. Finalmente, el festín culmina con el entierro de la sardina. Aquí, se simula una ceremonia fúnebre de la cual participan personas disfrazadas de sacerdote, de viudas y la sardina en su ataúd donde luego se quema. Con la muerte de la sardina empieza el periodo de abstinencia. Se recitan letanías que satirizan las situaciones del país y otros asuntos de interés.