Estaba sentada en el vestíbulo de uno de los edificios de mi universidad y me fijo que está pasando un grupo de estudiantes. No deben tener más de 13 años. Me río y me remonto a esa época donde solo me importaba jugar con muñecas (aunque no lo crean) o el nene lindo de mi salón. No tenía interés en la universidad, ese tema era un tabú para mi. No entendía exactamente qué era la universidad. Y me pregunto ¿qué estarán pensando? ¿Llegarán a su último año de estudios en la escuela y dirán que recuerdan haber visitado aquella universidad y querrán volver? Yo les diría que la universidad es rica, rica en materia, en mentes abiertas a aprender y abierta a la diversidad. No importa que universidad escojas. Tratarás de encontrarte y te perderás mil veces. ¿Te ha sucedido? Yo me encontré.