Gabriel Heras La Calle es Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Alcalá? y Especialista en Medicina Intensiva. Ha trabajado como médico cooperante en Ghana y en Bolivia, donde se enamoró? de la profesión y supo que sería médico el resto de su vida. Lleva ejerciendo como Médico Intensivista desde 2002. Ha trabajado en varios hospitales de España tanto públicos como privados, y desde 2012 ejerce como médico Adjunto del Servicio de Medicina Intensiva en el Hospital Universitario de Torrejón. Es también el creador y Alma mater de Proyecto HU-CI: Proyecto de Investigación Internacional para la Humanización de los Cuidados Intensivos.
Autor del libro Humanizando los Cuidados Intensivos. Presente y futuro centrado en las personas

Humanizando los cuidados intensivos. Presente y futuro centrado en las  personas - Librería Medica Distribuna - ebookmedico

https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Fwww.ebookmedico.com%2Fproduct%2Fhumanizandolos-cuidados-intensivos-presente-y-futuro-centrado-en-las-personas&psig=AOvVaw1AeoND9aOTJcbpEPRB8NtO&ust=1634148511758000&source=images&cd=vfe&ved=0CAsQjRxqFwoTCKC9jd67xfMCFQAAAAAdAAAAABAD

A la hora de valorar el sufrimiento de un paciente, ¿cuál es la máquina que nos da el diagnóstico? Y es que no hay aparato que mida mejor las emociones del ser humano que otro ser humano.El sufrimiento que se produce en estas unidades no sólo afecta a los enfermos, también a sus familias y, por supuesto, a los profesionales que les atienden.

Iniciativas como la del doctor Heras ponen en relieve que las emociones deben ser compartidas y debatidas en un juego a tres bandas, que implique a todos los afectados. Los médicos también sufrimos y nos cuesta mucho exteriorizarlo, y no digamos compartirlo con nuestros compañeros o con las familias de nuestros pacientes. Somos humanos, aunque a veces los demás, e incluso nosotros mismos, nos olvidamos de ello.

Las familias nos miran como dioses, como supermanes capaces de todo, poniendo muchas veces unas expectativas en nosotros que son exageradas y que tienen poco que ver con la realidad. En esos momentos en los que la muerte está próxima y es irremediable, deberíamos estar mejor preparados y afrontar esa situación con sinceridad y valentía, como parte de la vida y del quehacer médico de cada día.

Los profesionales sanitarios tienen otras salidas, como las ya citadas del ejercicio privado o la emigración, pero la población no es consciente de que se juega el futuro de su asistencia sanitaria pública y de que una asistencia de calidad depende de la identificación y del grado de satisfacción de los profesionales sanitarios con el sistema para el que trabajan. Únicamente una entente entre población y profesionales puede frenar el deterioro de la sanidad pública y, en una sociedad desmovilizada, parece difícil de conseguir, por lo que el futuro no parece muy halagüeño.

Para quienes crean que es una exageración o una visión tremendista del futuro, les invito a repasar los derechos que hace una década les parecían intocables, como ahora les parece la asistencia sanitaria, y que han perdido en los últimos años.

REFERENCIAS:

https://www.saludadiario.es/opinion/el-maltrato-a-los-profesionales-sanitarios-y-el-futuro-del-sistema-nacional-de-salud

https://www.saludadiario.es/opinion/el-cuidado-de-lo-invisible