UNIVERSIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN

ESCUELA DE INFORMÁTICA

INF 105 069 FUNDAMENTOS DE LA INFORMATICA 2021 1SE2

Tarea #4: Reflexión crítica/ética

ESTUDIANTE: NARLLY A CACERES

ID: 600010631

PROFESOR: ANTONIO VANTAGGIATO

Fecha: 9 de octubre de 2021

    En la conferencia Gabriel Heras reflexiona sobre poner en valor el cuidado de lo invisible, que no se trata del éxito o del fracaso sino de lograr una sanidad centrada en las personas, hacer que lo invisible se haga visible, naturalizar lo inevitable sin perder la compasión, no tratar al paciente como un trozo de carne sino como a un ser humano que en una cama de hospital y conectado a equipos médicos siente miedo; entender que los cuerpos duelen, pero las personas sufrimos.

    El cuidado de lo invisible se basa en la comprensión por parte de los profesionales de la sanidad que la urgencia de salvar vidas no debe alejarnos del plano emocional. Enfocarse únicamente en el dolor físico del paciente limita la actuación del profesional a lo biológico olvidando el sufrimiento, el miedo, el desconcierto que representa estar limitado de las necesidades básicas y alejado de sus seres queridos. Los cuidados invisibles involucran a las tres partes: paciente, familiares y profesional; y van más allá, donde no llega la tecnología, a los sentimientos.

    Heras hace alusión a la música, ¿sería esta una de las maneras para afrontar el dolor de alma? La respuesta está en la capacidad de abrirse, imaginar y sentir. “The most powerful weapon on earth is the human soul on fire.” Una vez que Heras nos adentra en un mundo de padecimiento y sufrimiento, desde la perspectiva del paciente en cuidados intensivos, sentencia que el mejor hospital y la mejor tecnología no son suficientes, que hay que volver a mirar, escuchar lo que se dice y lo que no se dice, oler y palpar las necesidades de los pacientes y sus familiares. Conmueve el alma con anécdotas de pacientes como el relato de Kathy Torpie en Nueva Zelanda: “… nunca vieron ni tuvieron en cuenta mi herida emocional …”, pero no todo fue color gris Torpie cuenta: “… un enfermero en especial, se inclinaba cerca de mi cara ponía la mano en mi hombro, el me llamaba por mi nombre, y después me contaba lo que iba hacer ese día (…) hizo algo que ni una sola persona hizo en las tres semanas que estuve en Cuidados Intensivos. ¡Me hablo como un ser humano! …”. Historias como la de Kathy son las que dan fuerzas para día a día batallar contra ese trágico suceso al que llamamos muerte, e intentar con todas las fuerzas que el paciente no sufra ese vacío emocional; solo se necesita tener alguien que muestre el camino de retorno a la vida, y ese alguien, podemos ser las enfermeras y enfermeros, que con solo inclinarnos a ver su rostro y contar sucesos cotidianos podemos hacer resurgir y avivar la llama en esas almas.

    El cuidado de lo invisible reflexiona que en la preservación de la salud también se debe conectar con esa parte intangible que a veces descuidamos por curar patologías, dedicar un pequeño espacio de tiempo a pensar cómo se sienten, cuáles son sus necesidades reales, atender sus angustias, entender y diagnosticar su sufrimiento, sentirnos parte importante en su recuperación. Los cuidados invisibles son un elemento fundamental de la práctica de la Enfermería y son base de nuestra identidad profesional.