El término acoso cibernético comenzó a utilizarse por primera vez en 1999, aunque se emplean indistintamente ciberbullying o ciberacoso en varias fuentes digitales para hacer alusión al mismo, en todas se llega al consenso de que constituye un problema social al ser una forma sistemática de violencia psicológica en la que se genera un daño intencional, hostil y repetido perpetrado en el ambiente de las redes sociales digitales con el uso de las diferentes tecnologías de comunicación electrónicas con el objetivo de agredir o acosar a una persona o grupo de estas (Englander y otros, 2017).

En el ciberbullying, la víctima no siempre sabe de dónde proceden las agresiones ni quienes son aquellos que las producen o sus cómplices, aunque en ocasiones puede recogerse algún antecedente de relación física previa entre el atacante y la víctima.

En la dinámica del mismo se ven involucrados desde los perpetradores que llevan a cabo el acto, las víctimas que son las personas afectadas, los espectadores que miran y comparten contenido que viola a otros, educadores y padres, que a veces son los últimos en enterarse del abuso (cuando el problema atañe principalmente a escolares y adolescentes), así como el tipo de violencia utilizada (Ferreira y Deslandes, 2018).

En cuanto a los datos que desde el punto de vista estadístico se han manejado se sabe que la mayor incidencia se da entre los adolescentes, disminuyendo en la etapa universitaria, siendo el género femenino el más afectado en las edades comprendidas entre 15 a 17 años (Englander y otros, 2017).

Grooming 

Atendiendo a lo amplio que resulta el tema y su relación estrecha con el uso y desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación podemos decir entonces que existen diferentes maneras de ejercer este tipo de crimen digital, donde por muy inocente que pueda parecer cualquier acto realizado se desconoce qué dimensión tendrá para la persona perjudicada. Dentro de estos tipos de violencia podemos mencionar:

En este caso una persona adulta se acerca a un menor de edad a través del uso de la internet con el objetivo de lograr una empatía con este, ganar su confianza para luego obtener algún beneficio de tipo sexual que puede quedar establecido desde alguna plática erótica y obscena hasta el uso de fotografías o la puesta en práctica de alguna actividad de carácter sexual (Arató y otros,2020)

Fraping

Sucede cuando una persona se apropia de la cuenta de otra haciéndose pasar por esta en las redes sociales, publicando contenidos inapropiados al utilizar desde mensajes ofensivos hasta comentarios bochornosos en contra de otras personas afectando por tanto la reputación del usuario ( Kumar y Goldstein, 2020)

Ciberstalking o ciberacecho

 Es uno de los tipos de ciberintimidación más frecuentes en la web 2.0, donde se da un comportamiento obsesivo por parte del agresor que puede ser un conocido o no, buscando llamar la atención de la víctima al generarle malestar y miedos debido al control por parte del agresor de todas sus actividades en las redes sociales (Delgado y otros, 2019).

Difusión no consentida de imágenes íntimas (Sextorsión)

Se encuentra vinculado a casos de pederastia o pedofilia. Consiste en la difusión de fotos o videos íntimos sin que exista el consentimiento de la persona con el objetivo de avergonzarla.  El extorsionador puede pedirle a la víctima que le comparta más contenido de tipo sexual, cayendo en un círculo en el que se puede prolongar la amenaza durante largos períodos de tiempo si no se toman acciones, sobre todo legales (Delgado y otros, 2019).

Es importante decir que el contenido difundido puede provenir de un teléfono celular robado o extraviado que contenga imágenes de carácter sexual. Otra manera es a través del sexting donde previamente se han compartido bajo el consentimiento de las partes involucradas imágenes íntimas y la otra forma es mediante fotos o videos que se hayan tomado durante una relación sexual sin el consentimiento de la víctima.

Perfiles falsos

Consiste en robar la identidad de otra persona, trabajando por tanto desde el anonimato al crear un perfil falso con el objetivo de asediar y flagelar a otra persona (Hutson y otros, 2018).

Ciberviolencia de género

Es de los ataques que más se involucran con otras formas de ciberacoso como la sextorsión. Los agresores aprovechan la red para reforzar su acoso al sexo opuesto o a personas y comunidades de diferentes condiciones sexuales como LGBTQ+ ((Kumar y Goldstein, 2020).

Exclusión

La exclusión consiste en no permitir que una persona, participe en una actividad vinculada a la internet como los grupos creados a partir de las redes sociales (Kumar y Goldstein, 2020).

Ciberacoso por notificaciones

Los agresores en este caso se dedican a incluir el teléfono o el correo de contacto de la víctima en diferentes plataformas. Dándoles, de este modo, la “libertad” de mandarle notificaciones sobre los supuestos servicios o información solicitada. En este caso, la ley de protección de datos de carácter personal protege al usuario y, la víctima puede deshacerse de este ciberacoso dando de baja sus datos personales de la base de datos en la que se haya incluido.

Hostigamiento

Consiste en el envío reiterado de mensajes ofensivos de una persona o grupo hacia una víctima. Pueden ser desde insultos, el uso de apodos, generar rumores o enviar mensajes despectivos a través de redes sociales, aplicaciones de mensajería o correo electrónico. Pueden incluso llegar a crearse grupos de hostigadores que se coordinan para enviar varios mensajes a una misma víctima (Chaves Alvarez y otros, 2020).

Al exponer los diferentes tipos de acoso cibernético podemos decir que estos impactan de manera negativa en la salud mental de quien lo sufre si no se cuentan con todos los recursos psicológicos para enfrentar con la mente clara este problema.

El ciberbullying genera peores secuelas para los jóvenes que el acoso tradicional por el hecho de ser generalmente anónimo. El uso de la tecnología implica que llegue a mayor audiencia, provocando resultados adversos en la salud física y emocional dadas las preocupaciones a largo plazo que puede provocar como son el insomnio, la depresión, el bajo rendimiento escolar, consumo de drogas, ideación suicida y suicidio, estrés, soledad y ansiedad, que pueden llegar a constituir un problema en el ámbito laboral futuro (Chaves Alvarez y otros, 2020).

Es por esto que se hace cada vez más importante que aquellos niños, jóvenes y adolescentes que hayan sido víctimas o en los que se sospeche que se encuentran involucrados en acoso cibernético reciban educación sobre el tema, enseñándoles desde habilidades comunicativas hasta mecanismos de afrontamiento para manejar esta situación.

Es necesario involucrar en la consejería a los padres de las víctimas menores de edad; un estudio realiado en el 2013 encontró que los jóvenes dudaban en acercarse a sus padres cuando estaban siendo acosados electrónicamente porque temían que estos reaccionaran de forma exagerada tomando represalias en las que les prohibieran el uso del teléfono o que los culparan. Brindar a los padres educación sobre ciberbullying y las técnicas de comunicación puede llevar al niño o adolescente a sentirse más seguros al comunicar este problema (Hutson y otros, 2018)

Antes de culminar me gustaría exponer 2 casos sucedidos en la vida real y que sirven para que entendamos las consecuencias de esta práctica en la actualidad y el impacto que generan a nivel psicosocial:

1er caso en el cual se utilizó el grooming

M.O era una adolescente femenina de 12 años, nacionalidad argentina que fue vista por última vez en abril del 2016 salió de su casa para encontrarse con una supuesta amiga de su misma edad que había conocido por Facebook. La niña nunca retornó. Tras las investigaciones realizadas se supo que el crimen había sido cometido por un hombre de 26 años que había utilizado un perfil falso en la red social mencionada para captar la amistad de la víctima. Tras ser detenido el criminal confesó haberla estrangulado y golpeado en la cabeza (Infobae, 2021).

2do caso se utilizaron Difusión no consentida de imágenes íntimas y el hostigamiento

O. B era una joven del sexo femenino, de 15 años de edad, que compartió con un amigo fotos en ropa interior, las cuales se difundieron en la escuela siendo utilizadas por compañeras del colegio para amenazarla a través del envío de mensajes de odio utilizando las redes sociales. La joven no aguantó la presión generada por las redes a nivel psicosocial y terminó atentando contra su vida (García, 2017).

Bibliografía

Englander, E., Donnerstein, E., Kowalski, R., Lin, C. A., & Parti, K. (2017). Defining Cyberbullying. Pediatrics, 140(Suppl 2), S148–S151. https://doi.org/10.1542/peds.2016-1758U

Ferreira, T., & Deslandes, S. F. (2018). Cyberbullying: concepts, dynamics, characters and health implications. Cyberbulling: conceituações, dinâmicas, personagens e implicações à saúde. Ciencia & saude coletiva, 23(10), 3369–3379. https://doi.org/10.1590/1413-812320182310.13482018

Arató, N., Zsidó, A. N., Lénárd, K., & Lábadi, B. (2020). Cybervictimization and Cyberbullying: The Role of Socio-Emotional Skills. Frontiers in psychiatry, 11, 248. https://doi.org/10.3389/fpsyt.2020.00248

Kumar, V. L., & Goldstein, M. A. (2020). Cyberbullying and Adolescents. Current pediatrics reports, 8(3), 86–92. https://doi.org/10.1007/s40124-020-00217-6

Delgado, B., Escortell, R., Martínez-Monteagudo, M. C., Ferrández-Ferrer, A., & Sanmartín, R. (2019). Cyberbullying, Self-concept and Academic Goals in Childhood. The Spanish journal of psychology, 22, E46. https://doi.org/10.1017/sjp.2019.46

Hutson, E., Kelly, S., & Militello, L. K. (2018). Systematic Review of Cyberbullying Interventions for Youth and Parents With Implications for Evidence-Based Practice. Worldviews on evidence-based nursing, 15(1), 72–79. https://doi.org/10.1111/wvn.12257

Chaves Álvarez, A. L, Morales Ramírez, M. E, & Villalobos Cordero, M. (2020). Ciberbullying desde la perspectiva del estudiantado: “Lo que vivimos, vemos y hacemos”. Revista Electrónica Educare, 24(1), 41-69. https://dx.doi.org/10.15359/ree.24-1.3

El crimen de Micaela Ortega, la nena de 12 años cuyo caso impulsó la ley de grooming.( 4 de Agosto de 2021). Infobae. https://www.infobae.com/sociedad/2021/08/04/el-crimen-de-micaela-ortega-la-nena-de-12-anos-cuyo-caso-impulso-la-ley-de-grooming/

 García, M. (2017). El trágico adiós de Oriana, una víctima del acoso escolar https://cnnespanol.cnn.com/2017/05/02/el-tragico-adios-de-oriana-una-victima-del-acoso-escolar/