FUNDAMENTOS DE LA INFORMATICA – CURSO: 105 – 069

ACOSO CIBERNÉTICO

PROFESOR: ANTONIO VANTAGGIATO

ESTUDIANTE: JESSICA A GARCÍA MORAN

Ciberacoso Vectores Libres de Derechos - iStock

¿Qué es el  acoso cibernético o ciberacoso?

El ciberacoso o ciberbullying se da cuando una persona es víctima de algún tipo de violencia por parte de un individuo o grupo. Estas agresiones pueden tomar distinta forma, pero todas tienen en común que, además de condicionar la forma de actuar de una víctima, pueden provocar daños que afecten tanto a la salud mental como la física, e incluye enviar, publicar o compartir contenido negativo, perjudicial, falso, o cruel sobre otra persona. Esto puede incluir compartir información personal o privada sobre alguien más, provocándole humillación o vergüenza. Algunos acosos por Internet pasan a ser un comportamiento ilegal o criminal.

El ciberbullying es una problemática que afecta principalmente a niños y adolescentes debido a la cantidad de horas que pasan conectados y porque, que en general, a estas edades no terminan de tomar dimensión del alcance que puede tener las comunicaciones que se realizan a través una app de mensajería, red social o videojuego. Igualmente, esto no quiere decir que esta forma de violencia digital no afecta también a los adultos.

Según cifras publicadas por la fundación Cybersmile que promueve el Stop Cyberbulling Day fecha que se celebra cada tercer viernes de junio, el 60% de los usuarios de Internet ha estado expuesto a alguna forma de ciberacoso.

Inquietudes especiales: Con la prevalencia de las redes sociales y los foros digitales, personas conocidas y desconocidas pueden ver comentarios, fotos, publicaciones y el contenido que se comparte. El contenido que comparte una persona en Internet, tanto contenido personal como cualquier contenido negativo, cruel o perjudicial, crea una especie de registro público permanente de las vistas, actividades y comportamientos. Este registro público puede ser visto como una reputación en Internet, a la que pueden acceder las escuelas, empleados, universidades, clubes, y todo aquel que realice una investigación de una persona ahora o en el futuro. El ciberacoso puede dañar las reputaciones en Internet de las personas involucradas, no solo de la persona que sufre acoso, sino también de aquellas que acosan o participan en el acoso. El ciberacoso tiene inquietudes únicas que pueden ser:

Persistentes: los dispositivos digitales permiten la comunicación inmediata y continua las 24 horas del día, por lo que puede ser difícil hallar alivio para los niños que sufren acoso.

Permanentes: la mayoría de la información que se comparte electrónicamente es permanente y pública, si no se reporta o elimina. Una reputación en Internet negativa, incluso para los acosadores, puede tener un impacto en las admisiones a la universidad, los empleos y otras áreas de la vida.

Difíciles de notar: es posible que los maestros y padres no hayan oído sobre o visto ocurrir el ciberacoso, por lo que es más difícil de reconocer.

Tipos de acoso cibernético

Las diferentes formas o tipos de violencia digital tienen que ver con los mecanismos más comúnmente utilizados por el acosador para afectar o hacer sentir mal a la víctima y sus consecuencias. Algunos tipos de acoso pueden parecer inocentes frente a la gravedad o alcance de ciertas conductas más violentas que se dan online, pero lo cierto es que nadie sabe cómo una acción, por más inocente que parezca, puede afectar a la otra persona.

Hostigamiento: Consiste en el envío reiterado de mensajes ofensivos de una persona o grupo hacia una víctima. Pueden ser desde insultos, el uso de apodos, generar rumores o enviar mensajes despectivos a través de redes sociales, aplicaciones de mensajería o correo electrónico. Pueden incluso llegar a crearse grupos de hostigadores que se coordinan para enviar varios mensajes a una misma víctima. Muchas formas de ciberacoso llegan al hostigamiento, como el envío de imágenes que buscan afectar la moral y autoestima de la víctima.

Acecho o stalking: También conocido como acoso predatorio, stalking o cyberstalking, este tipo de acoso en Internet tiene que ver con un comportamiento obsesivo en el que una persona, desconocida o no, ya sea a través de redes sociales, mensajes o llamadas telefónicas, monitorea la actividad de una persona y busca llamar su atención de una manera que genera aprensión y/o miedo.

Difusión no consentida de imágenes íntimas: El sexting o sexteo no es una forma de violencia, si no una práctica sexual que consiste en el envío de fotos o videos íntimos de manera consensuada. El problema es cuando se difunden esas imágenes sin consentimiento, ya sea de manera pública o a contactos cercanos de la víctima, para perjudicarla y avergonzarla. En algunos casos el acosador puede usar este contenido para extorsionar a la víctima, una práctica conocida como sextorsión.

Es importante agregar que esta difusión no consentida de las imágenes puede ocurrir después de haber realizado sexting, o luego de un encuentro sexual en el cual alguien toma fotos o graba un video de ese encuentro (con o sin conocimiento de la víctima) para luego distribuir las imágenes, o también puede ocurrir que las imágenes sean extraídas de un dispositivo perdido o robado.

Según algunos estudios, el sexting, y sobre todo el no consensuado, está asociado a una disminución en los niveles de bienestar emocional de los jóvenes, pudiendo generar dificultades sociales y personales que se podrían asociar con un decremento de las emociones positivas a lo largo del tiempo.

Fraping: Esté término en inglés se utiliza para describir a una forma de ciberacoso que se da cuanto un tercero logra acceder a las cuentas de las redes sociales de un usuario y publica, en nombre de la víctima, comentarios o mensajes agresivos y/o denigrantes para ciertas personas o grupos, afectando a la identidad digital y reputación del usuario al hacer pasar esos comentarios como opiniones reales.

Perfiles falsos: Consiste en hacerse pasar por otro utilizando imágenes y/o el nombre de un individuo para crear perfiles falsos para acosar, acechar u hostigar a una víctima. Lo que busca el acosador a través de los perfiles falsos es actuar desde el anonimato. Esto puede derivar también en el robo de datos personales o incluso en el robo de identidad.

Exclusión y cancelación: La exclusión consiste en la intención deliberada de no permitir que una persona de un grupo social, ya sea laboral, escolar u otro, participe de dinámicas en la que sí participan otros miembros, como pueden ser grupos de WhatsApp, juegos online o cualquier otro tipo de actividad que realice en Internet. En el caso de los más chicos, la exclusión puede afectar el desarrollo de la autoestima.

La cancelación es otra forma de violencia digital similar y consiste en dejar de consumir o seguir a un usuario como represalia por tener una actitud cuestionable. Esta forma de violencia puede ser en respuesta a comentarios realizados por una figura pública o creador de contenidos y repercute negativamente en la percepción que otros pueden tener sobre ellos.

Filtración de información: Esta forma de violencia se da cuando se publica o comparte información personal y/o sensible de un individuo sin su consentimiento. Esta información puede ser de distinto tipo, como documentos, fotos, audios o videos privados, y afectar a la víctima de distintas maneras, ya sea su reputación o relación con terceros, así como emocional y psicológicamente. Al igual que en la difusión no consentida de imágenes íntimas y los riesgos de sextorsión, la filtración de información personal también puede derivar en casos de extorsión.

Grooming: Cuando se  habla de grooming se hace referencia a la práctica en la cual un adulto contacta a un/una menor por Internet para ganar su confianza y amistad con la verdadera intención de abusar sexualmente de la víctima. Vale la pena aclarar que el abuso puede ser establecer una conversación de índole sexual con un menor, pedirle que envíe fotos, videos o realizar prácticas sexuales. Estas comunicaciones comienzan a través de redes sociales o de cualquier medio digital que permita la interacción entre dos o más personas.

Existen otras formas de violencia que surgen de la combinación de las anteriores con algunos matices y que pueden variar según la tecnología, la forma en que se establece contacto, la relación entre el acosador y la víctima, etc. De cualquier manera, el objetivo de este artículo no es abarcar todas las formas posibles, sino mostrar el alcance y cómo la combinación de tecnología, anonimato, abuso de poder y violencia pueden dar lugar a conductas que dañen a otros.

¿Cómo actuar ante las distintas formas de violencia digital?: Lo primero que hay que comprender es que por más que no lo hayan presenciado o sufrido, la violencia digital y el ciberacoso son problemáticas reales que existen cotidianamente y que afectan a cualquier persona independientemente de la edad, religión, orientación sexual o etnia. Muchas veces los niños o adolescentes víctimas de estas formas de violencia temen contar a sus padres lo que les ocurre. Por lo tanto, es muy importante que los adultos intenten generar ese espacio y transmitan confianza a los jóvenes para que se animen a contar en caso de sufrir alguna de estas situaciones.

Asimismo, es importante que los padres presten atención a ciertas señales que pueden indicar que sus hijos pueden estar siendo víctimas de alguna forma de ciberbullying, como no querer asistir a clase, cambios físicos repentinos, pérdida del interés por actividades que suele realizar, dejar de utilizar redes sociales, así como cierto nerviosismo fuera de lo común o contestaciones agresivas fuera de contexto.

Por otra parte, son muchos los beneficios que aporta Internet como para renunciar a su uso. Por lo tanto, la clave está en pensar dos veces qué información compartimos y con quién. Es importante tener presente que lo que llega a Internet difícilmente puede eliminarse por completo.

Otras recomendaciones

  • No se  debe compartir material que pueda dañar o lastimar a otro.
  • No publicar ni difundir imágenes de otras personas sin su consentimiento.
  • Cortar la cadena. Si alguien envía material que daña, vulnera o viola la intimidad de otro, no  se debe reenvíar, ni compartir el contenido.
  • No hacer, ni decir  en Internet lo que no  se haría o  diría en el mundo físico.
  • Si algo le incomoda, debe decir NO.
  • Denunciar las publicaciones agresivas, violentas o que violen la intimidad de otro usuario en una red social o plataforma para que sean eliminadas.
  • La violencia digital se puede denunciar ante la justicia. Si se es víctima de grooming, acoso, robo de identidad, difusión no consentida de imágenes y otras formas de violencia: ¡se debe denunciar!
  • Si se siente hostigado, agredido o acosado en Internet, debe  hablarse con un adulto de confianza y comunícale lo que ocurre. Los acosadores intentan aislar a sus víctimas. No debe  dar vergüenza,  y hay que solicitar ayuda.
  • Antes de decidir realizar o no una publicación en redes sociales,se deben tomar dos minutos para pensar si:
  • ¿Está confirmado que la información es verdadera?
  • ¿Puede agredir a alguien?
  • ¿Es información útil?
  • ¿Involucra a otras personas?
  • Si involucra a otros, ¿tienes su permiso para compartirla?

Leyes y sanciones: Todos los estados cuentan con leyes que obligan a las escuelas a responder ante el acoso. A medida que el ciberacoso se hace más frecuente con el uso de la tecnología, muchos estados ahora incluyen e o mencionan delitos de ciberacoso en dichas leyes. Las escuelas deben tomar medidas como lo exige la ley, o con normas escolares o locales que les permitan disciplinar o actuar de otra manera. Además, algunos estados tienen disposiciones que abordan el acoso si afecta el rendimiento escolar.

Estadisticas sobre el ciberacoso: Existen dos fuentes de datos recopilados por el gobierno federal acerca del acoso entre jóvenes:

  • El Suplemento de delitos escolares 2017 de la Encuesta nacional de víctimas del delito (Centro Nacional de Estadísticas de Educación y la Oficina de Estadísticas Judiciales) indica que, entre alumnos de 12 a 18 años que manifestaron haber sido víctimas de acoso en la escuela durante el año escolar, el 15% de ellos fueron acosados en línea o mediante mensajes de texto.
  • El Sistema de Supervisión de Conductas Juveniles Peligrosas de 2019 (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) indica que alrededor del 15.7% de los alumnos de escuelas secundarias sufrió situaciones de acoso electrónico en los 12 meses previos a la encuesta.

A continuación les dejo el link de dos casos de Acoso cibernético  en la vida real.

Testimonio de una mujer víctima de ciberacoso

La historia de Oriana, víctima de ciberacoso

Referencias Bibliográficas:

-Haran, J. (2021). Violencia digital: las formas más comunes de acoso en Internet.

https://www.welivesecurity.com/la-es/2021/06/17/violencia-digital-tipos-ciberacoso-mas-comunes/

-Stopbullyng.gov. (2021). Qué es el ciberacoso.

https://espanol.stopbullying.gov/acoso-por-internet-1yqc/qu%C3%A9-es