La brevedad del momento

Solamente he viajado tres veces y todas han sido a Orlando, Florida. La primera vez fue a mis 12 años. Recuerdo que estaba en la sala de mi casa cuando recibí la noticia de que me había ganado un viaje a Disney (antes, al menos en mi pueblo, sorteaban viajes entre los estudiantes que tenían buen promedio). El segundo fue con un grupo de mi escuela. Y el último fue en el 2015, ya estando yo en la universidad.

Durante aquellos viajes, sentía que tenía todo el tiempo para mí. Ahora, con la situación del coronavirus, siento que el tiempo no me pertenece. Me siento impotente, que quiero hacer todo lo que no hice cuando podía. Pero, a la vez, no quiero por miedo a que, con el mínimo contacto con el exterior, me enferme.

Queremos lo que no tenemos, desaprovechamos las oportunidades, nos lamentamos, no sabemos usar el tiempo… Ahora no podemos salir como antes, lo que nos ha enseñado que nosotros, los humanos, no somos los dueños del planeta. Y cuando todo esto quede atrás, yo solo espero ser mejor de lo que soy hoy.