Por Alexandra Acosta Vilanova

Una de las cualidades más distintivas de los seres humanos es que tenemos la necesidad básica de mantener la integridad de nuestro propio yo. Todas aquellas situaciones o eventos que ponen en riesgo la integridad propia, pueden obstaculizar el rendimiento y el crecimiento de toda sociedad en su aspecto cultural, político, educativo y económico.  Hoy en día muchos de los problemas que impactan negativamente a nuestra sociedad pueden ser solucionados mediante la afirmación de nuestros valores.

Sin duda alguna, la manera en que los países afrontan situaciones tales como la de una crisis económica, está estrechamente ligada a los valores de cada uno de sus ciudadanos y gobernantes, ya que dichos valores determinan cómo se toman las decisiones personales y cómo se redactan las legislaciones en sus respectivos gobiernos. El poder entender nuestros propios valores, los valores de la sociedad y de la época en que vivimos y los valores de las personas en otras partes de este mundo es esencial para poder crear y promover un futuro económico apropiado y sostenible.

El panorama económico y fiscal que experimentamos es una de las peores crisis contemporáneas, lo que nos lleva a buscar soluciones inmediatas que puedan mitigar y resolver dicha crisis. Y en una de estas búsquedas por resolver los estragos encontramos las cooperativas que surgen como gran alternativa para la filosofía de trabajo solidario, ayuda mutua y la primacía del hombre. Fue en el año de 1844, que hombres llenos de valores fundaron primera cooperativa en Rochdale, Inglaterra. Gracias a estos movimientos el cooperativismo se ha convertido en una de las alternativas de mayor vitalidad para el mejoramiento económico. Pero esto no se ha logrado fácilmente, ya que este éxito se debe a la afirmación de una serie de valores que le han permitido prosperar. Todavía queda mucho por hacer y el mejoramiento de nuestra economía futura es una de ellas. ¿Pero cómo es posible que esta afirmación de valores propicie un futuro económico sostenible?

La cooperativa se basa en una serie de valores que ayudan a la forja de una economía sostenible. Estos son: ayuda mutua, responsabilidad social, democracia, igualdad, equidad, solidaridad, honestidad y esfuerzo propio. La puesta en práctica de cada uno de estos valores genera una respuesta positiva contra el capitalismo, ya que le brinda mayor autenticidad a lo que se genera. Cuando se obra con solidaridad y se mantiene la perspectiva humanista el dinero que se genera es utilizado correctamente para los sectores que lo necesitan. El dinero se invierte de manera transparente cuando se afirman los valores. La puesta en práctica de dichos valores produciría un incremento de la capacidad de producción de bienes y servicios materiales en todo el mundo durante los próximos años. Porque como dijo Roy E. Disney: “Cuando tus valores son claros para ti, tomar decisiones se vuelve sencillo”.Para finalizar, los valores representan los pilares que forman la base para la estabilidad de cada individuo. Debemos reconocer que la solución está en nuestras manos, porque si cada uno aporta esa pequeña dosis de cooperación podemos generar una sociedad económicamente sostenible.