Carta dedicada a mi amor a distancia:

Para mi amor a distancia:

Sé que una relación de este tipo es la más complicada y dolorosa de todas, pero no tenemos de otra. Podía elegir entre tener una simple amistad, dado a la distancia, pero elegí amarte, te elegí a ti cuando te vi, te elegí a ti a pesar de la distancia, te elegí a ti porque te amo… Porque a pesar de los kilómetros que nos separan, siempre uno de los dos regresa al otro. Regresamos, regresamos en forma de las sonrisas que nos damos cuando hablamos por cámara, en forma de mensajes de amor y notas de voz, volvemos cuando tenemos tiempo sin vernos, y aunque no tenemos mucho que decir, sólo queremos saber que todo está bien y que todavía nos tenemos a nosotros mismos.

Sé que sabes cómo me siento cuando te hablo por teléfono y no tengo nada
que decir, sabes que te estoy marcando porque estoy en el peor momento de
extrañarte y sólo quiero escuchar tu voz, saber que sigues ahí para mí. Sé que
comprendes que aunque soy fuerte a veces me rompo, sobre todo cuando veo
parejas felices y no estas aquí conmigo.

Probablemente ahora me encuentro con alguien más, alguien que no eres tu.
Talvez este sonriéndole a alguien, pero aunque le sonría no eres tu quien sacas
mis mas grandes sonrisas, probablemente este abrazando a alguien, pero no tengo
el deseo de abrazarlo y quedarme ahí en sus brazos como quisiera estar en los
tuyos. Por mucho que conozca a la gente, nadie será como tú. Por eso ni
siquiera puedo pensar en prestarle atención a nadie más. Al contrario, sólo
pienso en todas las personas que están allí contigo. La gente que envidio,
aquellos que pueden verte todos los días, que no tienen idea de lo que se
siente el extrañarte de la manera en la que yo te extraño y que no tienen alguna
idea de lo que se siente amarte de la manera en que yo te amo.

Se que sabes como yo, lo importante que es nuestra relación, lo fuertes que
pueden ser los espacios de tiempo sin verte, pero estos nos ayudan a nutrir y
fortalecer nuestro amor. Como en la música, los silencios suenan mejor cuando
los pones en el lugar correcto, así en mi corazón está el tiempo sin verte. Es
básico, poderoso y le dará vida a este amor.

No puedo dejar de ser optimista, porque se que el reencuentro será pronto y
cada vez es más especial que antes. Y si no fuera por toda la atención y afecto
que me haces sentir cada día, no sería mi emoción verte cada vez que nuestros
caminos se juntan de nuevo.

Esos días en los que más te extraño valen la pena hasta que nos volvemos a
ver. Así que no importa cuantas llamadas tengamos que soportar si terminas
recordándome cuánto valemos. La paciencia siempre es recompensada, aunque tarde
en llegar.

En la única cosa que estoy segura es, que de una manera u otra encontramos
maneras de hacer que nuestro tiempo separado valga la pena. Sigo creyendo ciega
y felizmente, porque si no hay esperanza no hay nada más. Si no creo de corazón
en nuestro amor, nada puede ser auténtico, ninguna palabra puede ser real.

Gracias a esta relación a distancia y desde el día en que decidí que formaría parte de ella, empecé a vivir día a día, empecé a aprovechar mejor los momentos contigo, las llamadas, las bromas, incluso las peleas. Porque desde que te conocí nada ha sido igual, cada día se ha vuelto importante porque me acerca, lenta pero seguramente, a ese momento en el que nunca más te dejaré ir. Ese día en que nada nos separará. Sé que sucederá porque me lo recuerdas todas las noches mientras hablamos por videollamada. Gracias a ti, mi amor de larga distancia, por hacerme sentir tan amada.

Te amo mucho.

Atentamente: Tu vieja enana