Desde mi nacimiento, he vivido en un mundo donde abunda la tecnología. Comencé a utilizar la web cuando tenía alrededor de 11 años, con la supervisión de mis padres, para jugar en línea y buscar información para mis clases y tareas. A medida que fui creciendo, mis intereses cambiaron y comencé a utilizarla para mantenerme en contacto con amigos y familiares, aprender e investigar sobre temas de mi interés y para realizar búsquedas de información académica. La web facilita mucho mis días, pues la mayoría de las veces tengo lo que busco con tan solo un “click”. Sin embargo, esta tecnología también tiene desventajas, ya que estamos expuestos a todos los peligros que se esconden detrás de la pantalla, como por ejemplo: robo de identidad, contenido inapropiado, violencia, etc. En mi clase de informática inf103 nos planteamos la pregunta de cómo sería nuestra vida sin la web.

Luego de ver este video inmediatamente supe la respuesta a esa pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez. Definitivamente nuestra vida sería muy diferente si no existiera la web o la tecnología, viviríamos como nuestros ancestros y las historias que nos cuentan nuestros abuelos serían nuestra realidad. En mi opinión, la web se ha convertido en una pieza fundamental en nuestro diario vivir, aunque debemos aprender a identificar nuestras prioridades y necesidades para llevar una vida mejor.

Considero que no debemos depender de la tecnología para ser felices y sentirnos conectados. Muchas veces estamos tan ocupados mirando la pantalla que nos perdemos las maravillas que hay a nuestro alrededor. Estamos ignorando personas, paisajes, lugares increíbles por estar conectados a la web.

En Puerto Rico, luego del paso del huracán María no tuvimos acceso a la web ni otras comunicaciones por varios días. Al principio las personas estaban ansiosas buscando formas de poder conectarse, pero con el paso de los días fuimos viendo como nos desprendíamos de la necesidad de estar conectados y comenzamos a salir a jugar, conversar con las personas que nos rodeaban, en fin, volvimos a ser gente. Finalmente, puedo decir que mi vida sería muy diferente si no existiera la web, pero estoy segura que si puedo vivir y ser feliz sin estar conectada a la red.