La vida está llena de obstáculos y pruebas, pero todo se puede superar y como ejemplo de ello, contaré un breve testimonio de mi vida.

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Desde el embarazo de mi madre, comenzaron las pruebas. Fui prematura (8 meses de embarazo), nací con sepsis, no sostenía la temperatura, no podía succionar para ingerir comida, entre otras. No me aseguraban y los doctores decían que podía quedarme sorda, ciega o tener otra complicación. Pesé 4 libras. Milagrosamente, pude luchar por mi vida y salir del hospital a los 12 días. Mi familia me recibió con mucha alegría.

La segunda prueba vino poco tiempo después, cuando por culpa de un alimento ingerido, me dio una bacteria que ningún médico sabía qué era y solo un milagro podía curarme. Gracias a las oraciones, al amor y cuidado de mi familia, pude superar esa etapa y la bacteria logró desaparecer de mi cuerpo.

Mi tercer obstáculo fue a los 12 u 13 años, cuando me desmayé por primera vez. Gracias a este evento, me hacen pruebas médicas y descubren que tengo un quiste en la cabeza. Dato curioso: el desmayo no estaba relacionado con el quiste. Continúo en observación, pero estoy estable, gracias a Dios y me hacen estudios cada cierto tiempo. He enfrentado otras pruebas a lo largo de mi vida, que no contaré en este post porque sería muy extenso, pero a lo que quiero llegar es que todos en la vida enfrentamos problemas y la vida no es perfecta, pero son las pruebas las que nos hacen más fuertes, luchadores.

Esto no fue motivo para rendirme en la vida o quedarme con el papel de víctima, sino todo lo contario. He salido adelante y me he comprometido a difundir el positivismo porque a diario aumenta la cifra de suicidios mundialmente. También, a diario nos abruman muchas cargas, pero estas se convierten livianas si se las entregamos a Dios. Estás vivo y eso es un gran tesoro. Tienes un propósito en la tierra por cumplir y lo encontrarás pronto. Eres valioso y amado, aunque no te des cuenta. Saldrás adelante no importa tu situación. Sonríele a la vida y serás feliz, verás siempre lo bueno de lo malo. Acéptate y ámate como eres porque eres un ser especial. Tienes miles de virtudes que puedes aportar en la sociedad. No dudes en buscar ayuda profesional piensas necesitarla, eso no te hace menos que los demás. Espero que les haya gustado mi testimonio y que les sirva de inspiración a no rendirse, sin importar las pruebas que se les impongan. Bendiciones.

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