Hurricane Maria

Fuente: U.S. Department of Agriculture

Hace 1 año, el 20 de septiembre de 2017, nos tocó aquello que cambiaría la vida de todos los boricuas. Semanas antes del Huracán María, Irma ya nos habia pasado por encima, dejando a muchos sin luz y en dificultades.

Recuerdo días antes de la llegada de María a nuestra isla, los locales llenos de personas comprando agua y comidas en lata. Los vecinos poniendo maderas en las ventanas, todos preparandose para el gran evento. Todos esperabamos con miedo el desastre natural que se iba acercando. Esa madrugada del 20 donde el sonido que se escuchaba no era el del coquí, sino el del viento cortando por las ventanas, el de los zincs volando, el de los arboles cayendose. Las ventanas rompiendose, el agua entrando. El miedo arropó la Isla entera aquella madrugada. Cuando el temporal ya había pasado, salimos a ver como había terminado aquel evento. El sol ni se veía de lo nublado que estaba el cielo. Todos los vecinos afuera observando el desastre que se habia quedado en las calles, los postes de luz a mitad tirados en el piso, ramas y arboles obstruyendo el paso. Recuerdo la tristeza que sentía al ver mi comunidad tan destruida, las casas de los vecinos sin techo, ni paredes, algunos sin puertas ni ventanas. Todos ayudando mutuamente a mover las cosas. Subimos a la casa de arriba donde podiamos ver el resto del pueblo y unos de los sectores estaba inundado por el lago crecido.

Fuente: Ultramix Tv

El resto del año luego de María estuvo lleno de retos, las gasolineras y sus extensas filas de carros y personas. Los supermercados cerrados por los daños causados junto con la perdida de comidas que habían en las góndolas. Mi medio de transportación eran mis piernas y la patineta para asi ahorrar la gasolina solo para casos de emergencia. Ya que no teniamos agua ni luz, recolectabamos agua de las lluvias para así poder bañarnos y lavar la ropa. Teníamos todo racionado y siempre ibamos en busqueda de mas alimentos aunque fueran de las bolsas militares.

Poco a poco la Isla se fue levantando, el canto del coquí se volvió a escuchar y los arboles, sombras volvieron a dar sobando nuestras caras con su delicado viento. El paso del Huracán fue una experiencia que siempre recordaremos los puertorriqueños, marcó cada una de nuestras vidas. Todavía al día de hoy recuerdo aquel suceso y lo siento como si hubiera ocurrido hace 1 mes. La naturaleza nos puso a prueba y le demostramos que siendo tan pequeños pudimos superarnos en grande y así lo seguiremos haciendo.

Fuente: Unidos por Puerto Rico