El 20 de septiembre fue un día muy impactante para mí ya que marcó la historia de mi vida, de mi barrio, y de mi país. Siempre en Puerto Rico se decía que los huracanes no pasarían y que somos una isla bendecida. Esa frase hay una cosa cierta, que realidad somos una isla bendecía pero el huracán si paso. Cuando anunciaron que estaría llegando el jueves a las 2:00 de la mañana yo no podía creerlo porque nunca había pasado por una situación así y un desespero tan grande. Lo primero que vi fueron las noticias y seguí junto a mi familia el recorrido del huracán. Ya eran las 2:00am y La Luz todavía no se había ido y yo estaba contenta porque dije quizás no se va hoy mismo, no paso ni 3 horas y La Luz se fue. Entre en caos porque ya no había señal y el viento se escuchaba orrible, nunca había oído un sonido tan feo como ese del huracán. Trate de descansar un poco pero no podía era Bien fuerte dormir con el desastre que había afuera de mi casa. En la mañana escuché más ruidos no pude dormir bien porque habían muchas placas de zinc dando en todas las paredes. La casa de mi vecina se quedó una parte sin zinc yo tuve la oportunidad de grabar parte de ese momento.

 

Este día fue uno Bien triste porque veía como los árboles se desvanecían, los postes caían, todos estábamos aterrados por el desastre que se oír afuera.

Maria fue una gran enseñanza pude aprender tanto

img_8924.trim