La web es un mundo digital amplio y diverso. Podemos sumergirnos en todo tipo de tema u información. Encontramos un sin número de cosas para un sin número de propósitos. Desde texto, sonido, vídeo, programas, enlaces, imágenes y muchas otras cosas.

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El uso de la web en mi generación se ha convertido en un habito común. Es una herramienta accesible que incrementa nuestro estilo de vida. Dejar de usarla es posible, porque aunque sea una herramienta favorable para tu beneficio no es algo crucial, ni tampoco un soporte de vida.

Sin embargo, para muchas personas hoy día el uso de la web es excesivo y adictivo. Se ha convertido en más allá de una herramienta, es a veces hasta su único contacto o interacción. Este tipo de relación no es saludable.

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Lo ideal y más recomendado es tener un balance. Estar consciente que hay un mundo no digital esperando a ser conocido y muchas personas por atender.

Cuando sea necesario y favorable, sí nos podemos aprovechar de la increíble herramienta que se nos ha facilitado en nuestros tiempos.

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[Photo by Taras Shypka on Unsplash]

Personalmente, siempre intento mantener mi balance. Para hacerlo, considero mis propios intereses y necesidades. Por ejemplo: en mi tiempo profesional es necesario el uso de la web, así que en mi tiempo personal decido usarla lo menos que pueda e interactuar más con el mundo real.

¡Te invito a crear tu propio balance con el mundo digital! Toma en consideración el uso que le das a ambos y considera el estilo de vida que quieres dirigir. Recuerda, que ambos son buenos, pero en exceso o en escasez pueden tener sus desventajas.