El Huracán María fue el evento atmosférico en afectar Puerto Rico en casi un siglo. Mucha gente pensó que eso ni venia para acá y que no causaría todo el daño que nos causó, pero a la mayoría de nosotros nos tomó por sorpresa. Al salir de mi hogar luego de este horrible huracán pude apreciar un nuevo paisaje. Este nuevo paisaje parecía como si hubieran lanzado una bomba atómica que dejo a todos los arboles sin una sola hoja. Mi familia al ver este nuevo paisaje pudimos estar de acuerdo en una sola cosa y esa fue en que nada iba a ser como antes.

Luego del paso del Huracán María comenzaron las preocupaciones de como iba a seguir hacia adelante. La primera preocupación que tuve fue en como esta mi pareja, si está bien al igual que toda su familia, si mis familiares estaban bien al igual que todas mis amistades. La segunda preocupación fue como iba a conseguir gasolina y comida para toda mi familia ya que la mayoría de las gasolineras y supermercados del pueblo donde vivo ósea Las Piedras quedaron totalmente destruidos. Por último y no menos importante tuve una gran preocupación sobre mis estudios universitarios. Por mi mente empezaron a circular muchos pensamientos no tan positivos de que ya no lograría mi sueño de ser un comunicador reconocido, de que iba a terminar siendo un nadie y que iba a ser un mantenido por el gobierno, entre muchas otras cosas más. Una preocupación que tuvieron muchos de mis familiares fueron las pérdidas materiales. Gracias a  Dios no tuvimos perdidas mayores, pero gracias a esa gran preocupación que tenían ellos mientras yo recogía el desorden que dejo María debo admitir que yo aguante todo lo que pude para no soltar una sola lagrima y en verdad no sé cómo lo logre.

Al pasar los días luego de María empezaron a llegar esos pequeños momentos que llenaban a uno de alegría, esos momentos que hasta a la persona más seria le salía fácilmente una sonrisa de oreja a oreja. La alegría más grande para mí fue poder reencontrarme con mi pareja y con mis familiares. Con ellos llegaban esos fuertes abrazos que uno tanto necesitaba, con esos abrazos uno sabia de que todo iba a estar bien y que íbamos a superar esta gran catástrofe que estábamos viviendo y que nos vamos a levantar más fuerte que nunca. También estaba la alegría de poder echar gasolina con la seguridad de que no tendría que hacer una fila de tantas horas para obtener el preciado líquido por uno o dos días. Una alegría que aun en estos días ya a un mes del huracán que puedo observar grandemente es obtener señal telefónica mientras voy conduciendo por la autopista ya sea de camino a la universidad, al  supermercado o solo a dar un simple paseo. En verdad que gracias a María he empezado a disfrutar todos los pequeños momentos como jamás lo había hecho en mi corta vida.

Todo en esta vida pasa por algo y yo siento que el Huracán María fue algo que necesitaba para pues conectarme más con las personas. Al igual que muchas personas también decían que como sociedad necesitábamos algo así para empezar a unirnos .Vecinos que nunca veía y con los que raramente hablaba pues ahora los veo más a menudo y platicamos más seguido. Me empecé a comunicar de manera más eficaz con la persona de frente y no a través de una simple pantalla. Me desconecte un poco de la tecnología. Yo era una persona que fácilmente se podía ir  dormir a la media noche, empecé a caer como palo a las 8pm,algo que ni si quiera cuando era un niño ocurria.Por eso si el Huracán María vino a traernos enseñanzas pues deberíamos tomarlo como algo para bien y no algo para mal.

Por eso debemos empezar a demostrar la fortaleza que nos distingue como puertorriqueños que cuando nos unimos logramos todo lo que nos proponemos. Vienen muchos cambios durante los próximos meses que no serán fáciles, pero lograremos superarlos y con el pasar de los años estaremos orgullosos de haberlos superado. Esos cambios se los contaremos con mucha alegría ya sea a nuestros hijos y a nuestros nietos para que valoren las pequeñas cosas de la vida porque cuando menos uno lo pueda imaginar es cuando más le harán falta. Pero vuelvo y repito yo voy a mí y también voy a ti que me lees nos levantaremos de esta y como ya tienen quemado en todos los medios noticiosos con el favor de Dios Puerto Rico se levanta.