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Sensibilidad militar

    Siempre hay instantes en que la caridad es posible, como bien lo supo este cachorro sato que vagaba hambriento en algún lugar de la montaña entre Yauco y Lares, cuando la fortuna quiso que su camino se cruzara con un grupo de militares del Batallón 448 de la Reserva del Ejército de Estados Unidos que abría el paso obstruido por derrumbres y deslizamientos provocados por el embate del huracán María. Uno de ellos -saciado o no su propio apetito- se ocupó amorosamente de aliviar el hambre del cachorro.

(Información suministrada//El Nuevo Día)

Reflexión:

Todavía hay gente buena solo hay que cruzarse con ella“. -Kim Rome ©