[?Via Mundo Intelectual] Tener acceso al mundo a través del uso de la tecnología ha sido una de las grandes oportunidades que nos ha ofrecido el Internet. La llegada de este recurso ha cambiado el rumbo de la educación. El acceso a los espacios virtuales, aunque hace más fácil conseguir casi cualquier tipo de información, nos trae grandes retos ya que el internet se ha convertido en un mar de datos dispersos.

El interesante concepto de In-forming que nos trae Friedman (2005) “es una oportunidad de tomar decisiones autónomas, educarte cuando quieras; pero al igual que todo gran poder, trae consigo una gran responsabilidad”. Es fundamental esa conciencia de nuestra visibilidad como individuo en las redes y cómo utilizamos la información. Al explorar la Fuerza Aplanadora del “Acceso a la información”, según planteó Friedman (2005), nos damos cuenta que estamos en el umbral de un planeta mucho más informado pero, ¿cuáles son los retos que esto nos presenta?

 

Es muy común el escuchar que en épocas pasadas era difícil encontrar información, pero ahora todo es “fácil”. Esa frase tiene un componente bastante cierto en cuanto a acceso a información, pues con su llegada del internet tenemos oportunidad de leer infinidad de información variada desde cualquier lugar. Con un solo click logramos leer un documento que se acaba de redactar en India con un entorno socioeconómico totalmente diferente al nuestro. Esta información, al alcance de los dedos, logra que estemos en un ambiente más democratizado en cuanto a información ya que es la misma para todos. Los datos que lee el Presidente de los Estados Unidos son los mismos que posiblemente usted lea minutos más tarde. Si bien es cierto que tenemos a una cantidad de información casi infinita, debemos recordar que no todas las personas poseen el equipo y la destreza para insertarse esta discusión.

 

De acuerdo con Friedman (2005) “la única discriminación que hacemos consiste en que si no sabes, no puedes usar un ordenador”. Esta cita presentada por el autor nos debe llevar a una reflexión profunda de la real democratización de la información. ¿Cuántas personas tienen acceso a un computador? ¿Cómo el no tener acceso a esta herramienta abre una brecha digital? ¿Que? podemos hacer en nuestros entornos de trabajo?

 

Para lograr establecer un plan de trabajo y crear un concepto de biblioteca virtual que atendiera estas preguntas se estableció? un grupo multifacético que contaba con creativos, diseñadores gráficos, bibliotecólogos y especialistas en tecnologías de información. Es deber de todo país crear un recurso gratuito, educativo y comunitario que llene el espacio vacío de las bibliotecas municipales y reduzca la desigualdad educativa.

 

Esa desigualdad representa una amenaza a la real democratización de información y un mundo donde esté plano el terreno de juego para que los individuos compitan en igualdad de condiciones y con acceso a los mismos conocimientos. “El problema del acceso a la información que genera desigualdad

entre los ciudadanos se produce en dos circunstancias: la falta de acceso físico a las nuevas tecnologías de la información y comunicación y la falta de conocimiento necesario para usar adecuadamente esas tecnologías” (Felicié? 2006). Es importante señalar que la misma necesita de dos componentes.

 

 Debemos tener acceso, pero igualmente estar dotados de destrezas que nos permitan utilizar dichas tecnologías. En un momento histórico en el que la Comunicación y los accesos a la información son parte esencial de la manera en que se generan riquezas es necesario trascender más allá? de los equipos y la aportación de Google. Las destrezas de información deben llegar a los países más deprimidos económicamente para lograr cerrar las brechas que se generan ante la carencia de destrezas que nos permitan trabajar en la fuerza aplanadora de acceso a información. “El fenómeno denominado brecha digital no es otra cosa que la separación que existe entre las personas, comunidades o países que utilizan las nuevas tecnologías de la información y la comunicación como una parte rutinaria de su vida diaria y aquellas que no tienen acceso a las mismas y que, aunque lo tengan, no saben cómo utilizarlas de manera óptima para su beneficio” (Felicié?, 2005).
 

Es necesario abrir ventanas para evaluar nuestra realidad desde diversas perspectivas. Ser una comunidad educativa que colabora y que puede ver el mundo en un abrir y cerrar de ojos. Este gran poder nos delega una gran responsabilidad como educadores: podemos ver el mundo, pero el mundo nos ve de vuelta. Para lograr cultivar ciudadanos competentes bajo las nuevas premisas del siglo XXI. Es necesario desarrollar diversas destrezas que permitan navegar en las profundas aguas de la información cuidando nuestros espacios y respetando la diversidad multicultural que urge del intercambio de información.

Existen nuevos conceptos que rigen las destrezas de comunicarnos. En el umbral del 2017 es preciso desarrollar destrezas de información que permitan que ese acceso sea uno en el que se utilicen las mejores herramientas para que forjemos un mundo más justo para todos.