Una de mis grandes pasiones siempre ha sido la moda.  Me encanta saber sobre este mundo, tanto así que el único libro que he leído que no forma parte de la categoría de ficción fue uno de moda (Teen Vogue Handbook).  Yo soñaba con ser diseñadora de modas.  En mi ignorancia nunca me hubiese imaginado que una de las industrias que más me apasionan es una de las grandes responsables de la contaminación de nuestro Planeta y peor aún violadora de derechos humanos. Sí, tenía conocimiento del daño hacia los animales, pero jamás me imaginaba que la industria de la moda fuera responsable de tantas atrocidades.

A pesar de ser una industria que genera miles de millones de dólares en ingresos, ha demostrado ser incapaz de velar por el mundo en el que vivimos. Su destrucción durante los años estuvo ausente del ojo público.  No fue hasta el 2013 cuando una fábrica de textiles se derrumbó, dejando a miles de muertos y heridos que el mundo conoció el verdadero rostro de la industria.  Este acontecimiento trajo a colación la violación de derechos humanos y laborables, ya que se descubrieron talleres ilegales y lugares que no ofrecían ninguna seguridad estructural a sus trabajadores.  Además, se descubrió que había niños y jóvenes trabajando en estas fábricas por la necesidad que tenían las madres de ofrecerles a sus hijos un cuidado seguro.  También, salió a la relucir que el sueldo de estas personas apenas llegaba al dólar.

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[Imagen: Wikipidea. Licence CC]

Por otro lado, se comenzó hablar acerca de la contaminación por los textiles en el ambiente.  Esto dio paso a un sin número de investigaciones de las cuales los resultados eran espeluznantes puesto a que, se descubrió que muchos de los químicos que eran utilizados para su confección era nocivos para el ambiente y nuestra salud.  En la producción de algodón para los textiles quedo al descubierto el uso de pesticidas y fertilizantes que no tan solo dañaban el ambiente también afectan la salud de los agricultores. Tristemente el daño al ambiente por textiles no comienza ni termina aquí, porque muchas de las piezas de ropa que ya no usamos terminan en los vertederos y los textiles no son biodegradables lo que causa que nuestro suelo se contamine.

 

Sorprendentemente, muchas de las marcas más reconocidas son partidarias en estas atrocidades.  Forever21, Zara, H&M, Giorgio Armani son algunas de las marcas culpables de la gran contaminación que deja la industria.  Estas marcas en su búsqueda del bajo costo en producción cometen faltas increíbles.  Además, estas marcas convenientemente olvidan los principios de un producto sustentable.  Por estas razones, en el 2012 en la ciudad de Copenhague, se llevo a cabo la primera cumbre mundial sobre la moda sostenible.  En esta cumbre se discutieron varios códigos que el sector textil debía cumplir, estos códigos fueron creados por la Asociación de la Moda Nórdica y el Pacto Mundial de Naciones Unidas.  Con estos códigos se busca una industria de la moda más ética y sustentable, en la cual se vele por los derechos humanos y del ambiente.

 

Si deseas conocer más sobre este tema te recomiendo que veas el documental The True Cost en Netflix.

 

[Imagen destacada por Paxels. Licence CC]