Últimamente me he percatado de una cuestión que, a mi entender, se había mejorado en la sociedad. Pero, por lo que he visto no ha sido así.

Todavía no entendía el por qué hay personas (y me refiero a jóvenes adultos) que, aunque hayan entrado en la etapa de la adultez, continúan con la única ridícula actitud que usualmente se veían en la adolescencia. Los prejuicios, los insultos, la hipocresía y muchos de éstos factores que viví en mi vida escolar, jamás imaginé que volvería a enfrentarlos ahora en mis 20 años de edad. A principios de éste nuevo año, analicé las posibles razones del por qué tengo que confrontar nuevamente la vulgaridad, porque ciegamente pensé que no iba a volver a ocurrir.

Me explico, he vivido muchas experiencias que han sido significantes para mi futuro profesional, pero también he tenido que sobresalir de un sinnúmero de escrúpulos y señalamientos negativos por la sociedad. Incluso, hasta de quienes pensaba que eran amigos queridos.

Admito que estuve ciego por un tiempo, y no veía la realidad que se vive en la humanidad. Por tal motivo, fue un golpe fuerte para mí ver el otro lado de la moneda.

Foto publicada por Ozzyoner. Dark. Licenciado CC.

Recientemente, tomé varias decisiones para perfeccionar mi liderazgo en mi carrera universitaria y ha sido para bien. Encontré mucho apoyo por varios compañeros, pero nuevamente comenzaron a surgir los detestables comentarios. Al observar día a día la ignorancia de la gente, empecé a sentir agonía porque dejé intimidarme por un momento dado, hasta que decidí enfrentarlo de nuevo y poner un alto a mis pensamientos dañinos. Honestamente le agradezco a la vida por hacerme encarar lo que me quiere destruir, puesto que me ha ayudado a abrir mis ojos a la realidad. Pero, ¿A qué tipo de realidad?

Si miras a tu alrededor, verás apoyo, compañerismo, unidad, solidaridad, entre otros. Sin embargo, notarás que también hay envidia, detesto, odio, rencor, malicia y apariencias. Éstas personas son la gente mediocre que no tienen nada en lo absoluto para atribuir en la humanidad. Viven de apariencias y creen que pueden ser queridos por sus personalidades, que realmente son absurdos ya que solo tratan de llamar la atención del público con sus actos ignorantes. Además, no se percatan que lo único que poseen es la cobardía.

Debemos aprender que la mediocridad nunca dejará de existir en nuestro alrededor, porque siempre estarán aquellos que quieren lo peor para los enemigos que crean entre ellos mismos. Hay que demostrar que no somos perdedores, como lo son ellos y aunque sea complicado ser aceptados por la sociedad, lo importante es nunca rendirse ante las metas. En fin, no hay mejor sensación que verse triunfar, mientras que otros siguen en el mismo limbo del desconocimiento … la gente mediocre.

When people are talking, people are talking, let’em talk“, dijo Lorde.

A World Alone, canción terminal del album Pure Heroine por Lorde.