{Imagen: “Puerto Rico” por: gers/ Lic CC}

“Cien por treinta y cinco”, eso dicen que mide los expertos el rincón del encanto, localizado en el Mar Caribe. —Pues sí—, a pesar de todo lo que ocurre a diario, la situación económica y el sinnúmero de problemas sociales que enfrenta, continúa siendo el lugar donde cuando algo bueno sucede la isla se desborda en agradecimiento y se une para celebrar. 

Cuando digo que es el rincón del encanto es porque es un lugar más que bendecido. Que aunque es catalogado en muchos lugares de manera despectiva, aún existe gente buena y capaz de ayudar a los más necesitados.

Es real, cuando dicen —no todo está perdido—, pues de aquí hay mucho positivo por ver.

De este rincón que les hablo es del lugar donde se comen alcapurrias, donde se juega dominó y el arroz con gandules y el lechón no puede faltar en un plato navideño.

Le hablo de Puerto Rico, el rincón que me vio crecer, donde estoy ahora mismo y donde tengo la esperanza de crecer y aportar mi granito de arena para su porvenir. 

¿Será esto posible?

Yo tengo la esperanza de que esto pueda pasar. ¡Yo voy a mí! Pero, la incognita es… 

¿Dependerá esto del resultado de las próximas elecciones?

Desde mi perspectiva, si. En cuatro años, ya me estaré graduando de la universidad y si todo continúa así, quizás las cosas estén peor aquí.

Han pasado 64 años y las cosas siempre han ido en deterioro, nada nos garantiza que cambiarán.

Yo me quiero quedar aquí, no me quiero quitar,  pero no solo depende de mí. Depende de que el país vea que hay miles de jóvenes con ganas de dar lo mejor de ellos aquí, con ganas de crear una nueva visión sobre Puerto Rico ante el mundo, por nuestro bienestar y para que esta hermosa Isla vuelva a brillar. Cuando digo brillar me refiero a celebrar porque la gente tomé una decisión sabía, clara y contundente y mirando las ganas de jóvenes como yo, que queremos quedarnos aquí. Así como celebramos a Puig, a las nuestras 5 reinas universales y a decenas de deportistas podemos celebrar el que Puerto Rico vuelva  a comenzar su política desde cero.