El anti-Mustang. La apuesta en 1967 de Chevrolet para adentrarse en un segmento de automóviles que acababa de surgir y del que su máxima competencia, Ford, era el líder indiscutible. Por ello nace el Camaro, y una eterna lucha por coronarse rey de los pony car que se traslada hasta nuestros días, donde ambos modelos han evolucionado, pasando de generación en generación, a veces perdiendo ese estilo característico, pero siempre despertando el entusiasmo de sus millones de seguidores.

67 Chevrolet Camaro

{67 Chevrolet Camaro por Greg Gjerdingen, tomada en junio 9 de 2012. Licencia  CC.}

Camaro proviene de la palabra francesa ‘compañero’, algo a lo que la marca se vio obligada a recurrir debido a la imperativa necesidad de elegir un nombre que comenzara por C, como el Corvette. Aprovechando lo extraño de la denominación Camaro, Chevrolet utilizó un eslogan provocativo en su campaña de lanzamiento: ‘¿Qué es un Camaro? Una exótica y feroz criatura a la que le gusta devorar Mustang’. Esta era sin duda toda una declaración de intenciones, la forma de entrar por la puerta grande que eligió Chevrolet en el competitivo mercado de los pony car.

La ingenieria básica del Camaro fue una estructura de diseño “unibody” desde el parabrisas hasta atrás, con un marco de acero separado para todo el frente del auto. La suspencion delantera independiente la formaba brazos doble A, con unas mangas de diferencial solidas y sopandas semi-elipticas en la parte trasera. Típico de los vehiculos de la era, los frenos era de tipo tambor en las cuatro ruedas. Debajo del bonete encontrariamos el anemico pero resistente motor 230 de 6 cilindros en linea que apenas producia 140 caballos de fuerza, que estaba atado a una trasmision manual de 3 velocidades.