Se que joven soy y envejeceré. Cuando fallezca, sobre una tumba humilde mis huesos descansaran, pero mi alma se paseara entre las olas y los palmares de mi pueblo; donde haya un sentir patriótico musa seré de aquellos que la defiendan con fervor. Donde se escuche una danza, quito y tumbador, barril y subidor… y un ser que de un buen pikete o un plenazo en el callejón… la esencia de mi alma se encontrara en ese enjambre de felicidad.