¡No daré mas rodeos! mi vida es la música. Aun que parezcan quimeras lunáticas, ¡mi alma ya no aguanta esconderse! La música es mi pasión… mi voz es el sonar de un piano, o las cuerdas de un cuatro y una guitarra… mi andar es la percusión menor: conga, barril, bongó, timbal. Mi estilo varía al igual que los amaneceres en  las playas de mi pueblo, pero predomina la música de mi isla, la bomba, la plena, la danza y el seis de la montaña… pero en el contexto general… el pop rock latino y  la balada son las que capturan mis oídos mayor parte de las veces. El niño bohemio que una vez fui se traspasa en mi lecho en mis noches de soledad cortándome las venas de mis más grandes angustias. Recordándome de las alegrías del pasado y llenándome de gozo al saber que al final la música es y será lo que me mantendrá vivo.