El Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez era el Arzobispo salvadoreño del 1977 al 1980. En este puesto comenzó a aproximarse a la difícil situación política de su país donde gobernaba el Ejército. Denunciaba la violencia militar y revolucionaria que llegaba hasta el asesinato de sacerdotes, predicaba en defensa de los derechos humanos, manifestó públicamente su solidaridad hacia las víctimas de la violencia política de su país. Cuando pedía a los soldados no matar fue asesinado con un en el altar de su catedral.

La importancia que tiene este personaje es como lo llamaban los pobres salvadoreños “la voz del pueblo” el que los defendía y velaba por sus derechos humanos. Al principio se le hiso difícil porque entendía que la Iglesia no debía envolverse en asuntos políticos, pero luego decidió estar con su gente y defenderlos hasta la muerte, haciendo un llamado a la protesta pacífica ya que la violencia traía mas muerte. Los salvadoreños tenían puesta su esperanza en el por ser este un líder religioso viendo su triunfo en la justicia Dios representada por la Iglesia.

Monseñor Romero era un líder al igual que Jesús, se identificaba con los pobres y sus necesidades y estaba en contra del abuso contra aquellos que tenían autoridad y oprimían al pueblo. Su oposición no era contra el gobierno en si sino en contra de la injusticia moral. Defendía la Iglesia bajo el concepto de que el pueblo era la Iglesia y el cuerpo de Cristo aquí en la tierra y reclamaba el templo como un lugar de adoración y se oponía que fuese utilizado como cuartel al igual que Jesús que se opuso al que el templo fuera utilizado como un centro de mercadería y poder. Muchas veces celebraba la misa y bautismos en la calle. Visitaba y atendía los hogares y las personas en necesidad. Era una persona pacifica pero firme en sus convicciones, sufrió al ver al pueblo indefenso contra la opresión militar más el también lo sufrió viviéndolo en carne propia al ser tratado igual que a los demás, menospreciando los beneficios de su liderazgo como Monseñor, pero no por ello dejo de traer un mensaje de paz y esperanza al pueblo ya que todos era un pueblo unido como una familia. Murió en la Iglesia luego de un llamado a la paz al igual que Jesús pidiéndole al Padre el perdón de todos, ambos murieron como a consecuencia del egoísmo y el poder de aquellos que se jactan en las posiciones de la autoridad. Como un pensamiento de un buen cristiano “si quieres dañar a un hombre dale poder” por eso el mensaje de Jesús se basa en la igualdad de todos como criaturas de Dios y que toda autoridad proviene de Dios para el servicio del pueblo.

El mensaje principal es que todos somos iguales por lo tanto ningún hombre debe oprimir a otros privándole de su libertad. El sentimiento de la opresión es la esclavitud de aquellos que la practican y si el hombre que lucha por su libertad copia los mismos métodos de los que  la oprimen se hace igual a ellos, esclavo de lo que cree sin valorar la vida de aquellos que piensan diferente, por eso la Iglesia lleva el mensaje de Jesús el cual es un mensaje de paz de amor, esperanza, unidad, comprensión, perdón, en donde dentro de la diversidad podemos ser uno ya que la diversidad en vez de separarnos debería hacernos ver la necesidad que tenemos unos de los otros. La Iglesia no debe tomar posiciones políticas ya que esta defiende a todos por igual y predica en contra de la segregación social, si la Iglesia toma posiciones políticas la misma se vende a los beneficios de la misma sirviéndoles a unos cuantos.

En la actualidad esto sigue siendo así, la Iglesia está para servirle al pueblo ser de este su refugio, llevándoles un mensaje de amor y de unidad y luchando en contra de la opresión, no importando de donde o de quien venga.

Por esto debemos de aplicar este mensaje a nuestras vidas, defender, sufrir lo que es el verdadero evangelio de Jesucristo estas buenas nuevas de justicia. Y esta película me pareció un buen ejemplo y un buen mensaje para explicar lo que es luchar por algo que vale la pena tanto que lo defiende hasta morir. Jesucristo sufrió y murió por una buena y excelente causa y mediante este alcanzo el triunfo, no todos los cristianos tenemos esa conciencia, quizás sabemos la buena causa pero no todos nos atrevemos a luchar y sacrificarnos por lo que creemos.