FUNDAMENTOS DE LA INFORMATICA – CURSO: 105 – 069

TAREA #4: REFLEXIÓN CRÍTICA/ÉTICA

PROFESOR: ANTONIO VANTAGGIATO

ESTUDIANTE: MILTON ARMANDO VILLALOBOS

El escuchar sobre la palabra UCI, nuestro pensamiento inmediatamente nos transporta a una sala especial de los hospitales, en donde  se encuentran los pacientes más delicados y vulnerables. Y ciertamente para su recuperación se necesitan recursos humanos capacitados, equipo de punta tecnológica y disponibilidad de medicamentos etc. Durante la estancia, los pacientes no solo experimentan dolor físico causado por las enfermedades, sino un dolor emocional, difícil de medir por medio de tecnología. Es otro ser humano quien debe ser capaz de detectar y tratar este sentimiento que va inherente a cada paciente ingresado en estas unidades de cuidados intensivos en todo el mundo

En este escenario, las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) son posiblemente las áreas más “deshumanizadas”, ya que se trata de servicios altamente especializados, dotados de alta tecnología,  tecnificados, restrictivos y característicamente herméticos; una especie de universo propio dentro de un hospital. Además, el paciente de la UCI corre el riesgo de terminar casi desapareciendo detrás de las máquinas, sin voluntad, y donde lo más importante es el resultado que ofrecen los monitores y otros sistemas de control sobre su estado de salud. Todo ello implica, que el paciente pasa a ser reconocido solo de acuerdo con sus parámetros de gravedad. Es por ello, que durante el año 2016 se pensó desde el Proyecto Internacional de Investigación para la Humanización de los Cuidados Intensivos (Proyecto HU-CI) que era necesario elaborar una hoja de ruta que sirviera a todos los profesionales del paciente crítico, independientemente de la parte del mundo donde estuvieran, para aterrizar la humanización de los cuidados adaptándonos a las necesidades de las personas.

El Dr. Gabriel Heras, creador del proyecto HU-CI  y basado en su experiencia como médico Intensivista propone realizar modificaciones en el trato a los pacientes ingresados en estas unidades de los hospitales, centrando su cuidado no solo en las patologías orgánicas de los pacientes, sino en velar también por “el cuidado de lo invisible”, el cual nos invita a “oler y palpar las necesidades del alma de nuestros pacientes”  El trabajo colaborativo entre pacientes, familiares, profesionales sanitarios y no sanitarios, permitió definir un conjunto de buenas prácticas aplicables en la UCI, que contribuyera a mejorar la experiencia de las personas que las habitan. Partiendo de esta premisa, el resto de las especialidades podrían elaborar materiales similares que extiendan la humanización de los cuidados en sus ámbitos respectivos.

Referencia Bibliográfica::

-Revista AENOR. (2021). Proyecto HU-CI: humanizar los cuidados intensivos

https://revista.aenor.com/357/proyecto-hu-ci-humanizar-los-cuidados-intensivos.html