El internet y sus aplicaciones definitivamente son un arma de doble filo. Mientras que por un lado tenemos una excelente experiencia al usarlas, esta misma información pone en peligro nuestra privacidad. Como parte de la tarea, descargué Disconnect me a mi browser y así ver cuán constante mi información es compartida entre aplicaciones. Entré a dos de los sitios que tiendo a frecuentar, primero a Domestika donde descubrí que tanto Facebook como google solicitaron dos veces respectivamente acceder a mi búsqueda. En segundo lugar, accedí a Pinterest donde la cantidad de solicitudes para accdeder de parte google y fecebook fueron casi nulas; sin embargo, las solicitudes de parte de la sección para contenido pasaban de 100. Estos resultados explican entonces cómo la navegación por los sitios web que frecuentamos logra ser tan personalizada. Nuestro mejor ejemplo, como dice en uno de los artículos asignados, no es necesario ingresar nuestra información; las aplicaciones y sitios webs logran conocerte solo que saber tu historial de búsqueda o a tus amigos que comparten los mismos gustos.  Con perfiles o no, la internet tiene una idea de quienes somos, qué nos gusta y nuestro contenido favorito. Google, entre otras aplicaciones, conocen las aplicaciones que usamos o dejamos de usar, aquellos vídeos que buscaste en YouTube la semana pasada, todo lo que has buscado y hasta lo que has eliminado. Esto, una vez más, confirma que tener privacidad ya es solo de gozo de muy pocas personas hoy día.