Luego de el rotundo éxito del primer Destiny, Destiny 2 llego a los fanáticos como una gran decepción. Fue un juego que busco cambiar desde los cimientos la primera versión y en casos particulares como este, los cambios no son tan buenos. Destiny 2 comenzó con el pie izquierdo, pero con el pasar de los meses escucharon las criticas de la comunidad y actualizacion tras actualizacion, arreglaron bastante el juego. Sin embargo, no fue hasta su aclamada actualizacion Forsaken que le dieron un giro al juego de 180 grados, complaciendo todas las exigencias que los fans querian desde el dia uno. Esto llevo Destiny 2 a un esplendor que se acercaba mas a lo que fue el primer juego, volvio gran parte de la comunidad y cabe destacar que tampoco les fue mal en cuestion de ventas, pero no fueron consistentes. Los cambios pueden ser algo extremadamente bueno como pueden ser algo extremadamente malo. En la salida del juego, los cambios que hicieron fueron totalmente negativos, pero una vez escucharon lo que la comunidad queria, los cambios fueron totalmente positivos. Una vez llegaron a complacer los deseos de la comunidad debio haber sido el indicador para oprimir el boton de pausar los cambios, pero no fue eso lo que hicieron.

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Luego de esa famosa actualización que devolvió a Destiny a la vida, Bungie no ceso de seguir actualizando el juego más cambios y supuestas mejoras que solamente estaban devolviendo al juego a la monotonia y precariedad con la que comenzo. Puedo entender que muchas de las decisiones tomadas por Bungie fueron por equilibrar más el juego o hacerlo más accesible a nuevos jugadores, pero hasta que punto es conveniente perder jugadores fieles a costa de hacer el juego más accesible para jugadores casuales. Despues de todo, quienes apoyaran y mantendran con vida a la saga no seran aquellos que juegan por sola arbitrariedad, pero aquellos que se preocupan lo suficiente para aclamar que el juego mejore.