02/15/2017

“Que le quiten a esa calle el nombre de Ponce de León y le pongan Ismael Rivera, ¿Ponce de León qué hizo? ¡Ismael todavía nos tiene bailando!”.

Con un semblante jocoso y una personalidad muy particular, Doña Ivelis Rivera, hermana del Sonero Mayor Ismael Rivera habló acerca de las vivencias del “Incomprendido”.

Nacido un 5 de octubre del 1931 y criado en la Calle Calma de Santurce, Rivera desde temprana edad mostró un interés genuino por la música, mas su madre le recordaba que eran negros y pobres por lo que no debía hacerse de ilusiones.

En unión con uno de los máximos exponentes de la salsa, Rafael Cortijo, Rivera muestra sus habilidades musicales participando en los rumbones realizados en la Calle Calma y otras fiestas del barrio. Cortijo tocaba congas e Ismael cantaba.

“Abuelo, según tu llevas a Rafael ve y búscame a mi”, con estas expresiones el Sonero Mayor trataba de convencer a su abuelo de que le buscara a la parada 21 donde vivía Cortijo quien desde siempre tuvo en mente crear un grupo musical que una vez realizado aun hoy se le conoce como Cortijo y su Combo. De esa manera le era más fácil “cuadrar” sus próximos rumbones.

Los “toques de queda” de esa época, el color y el estatus económico no fueron impedimentos para que Maelo como también se le conoció al Sonero Mayor terminara sacando su “sucu sucu” de los rumbones de Santurce hasta la televisión y otros lugares prestigiosos.

Del disparate a la fama.

“¡Maquinita landera caballero!” Como muchos otros casos un disparate terminó provocando la fama de una de las glorias que parió Puerto Rico. “Maquinolandera” fue soneada por Ismael mas sin embargo nació de un coro que su madre tarareaba a modo de “disparate” a cada instante así porque sí.  Desde el montaje por parte de Rivera su madre desistió de la idea de que estaba “loco” y supo que su hijo terminaría siendo un artista.

En algún momento el también exponente de El Nazareno tuvo la oportunidad de prestar sus servicios como albañil para Myrta Silva quien constituye una de las figuras más influyentes en el ámbito artístico puertorriqueño. Mientras Rivera trabajaba aprovechaba a cantar con la intención de que Myrta terminara recluyéndolo a su programa “Una hora contigo”, intención hecha realidad de inmediato tras la impresión de Silva con el talento de Rivera.

“Pero no sirvió mucho”, expresó Ivelis asegurando que pese a haber estado en televisión no fue suficiente para poder dejarse sentir como se suponía. Es entonces cuando Maelo continuó aprovechando oportunidades como con el salsero Lito Peña a quien terminó agradeciéndole y pidiéndole que le dejara ir con Rafael Cortijo para cumplir el sueño de juntarse. Lito ya estaba advertido y le entendió.

En lo personal.

“Tu sabes que Ecuajey es de Dios te bendiga, yo no sé de dónde lo sacó pero es una bendición”. “¡Ecuajey!” fue la frase adoptada por parte del Sonero Mayor quien la mencionaba a principios y finales de sus interpretaciones en un tono muy peculiar.

El intérprete de El incomprendido, telegrama, Las tumbas, El nazareno, Las caras lindas, entre otras, fue padre y esposo de dos.

“Ismael era como papá”, expresó con una mirada profunda Ivelis quien indicó que tras la separación de sus padres y pese a que su progenitor les preocupaba, Ismael siempre ocupó su puesto en y fuera del hogar. Inclusive con sus habilidades como albañil logró ayudar a hacerse de otro hogar que aun conservan en la Calle Calma.

Doña Ivelis quien se mostró muy orgullosa de su color de piel aseguró que tanto ella como sus hermanos son relativamente negros y ello no es motivo de vergüenza alguna. Indicó que se siente ofendida cuando tratan de hacerla sentir “blanca” como si tener la piel tostada, la nariz ancha y el pelo “malo” sin tapujos, fuese pecado.

Según indicó la jocosa mujer antes los prejuicios por colores eran más y por ende era imposible creer que Ismael se convertiría en una leyenda de la cultura universal en su expresión musical afroantillana.

El sonero mayor persiste.

Como todo una leyenda, Ismael Rivera cuenta con una Fundación que ubica en el Callejón Concordia de la Calle Calma en Santurce, Puerto Rico. Allí se encuentran muchas de las fotos y obras como parte de esta Fundación sin fines de lucro que pretende defender el patrimonio cultural de Puerto Rico. La misma entrará en procesos de remodelación según indicó Doña Ivelis.

“Todavía no está como yo quiero”, expresó.

Finalmente, Ismael fallece en el año 1987 a causa de un infarto. El hombre que contribuyó a que la bomba y la plena salieran de las esquinas de los rumbones en la Calle Calma y los llevó consigo tanto a los programas televisivos como a la radio y al exterior hoy continúa siendo  el Sonero Mayor.

Su particular tono de voz trasciende en medio de otros estilos musicales dentro del mismo género de la salsa y lo hará por el resto de la historia de la humanidad y de la música afrocaribeña.

“¡El Nazareno me dijo que cuidara a mis amigos!”