La Web y la educación: La colisión de dos mundos

La Web ha sido una de las más grandes invenciones del ser humano desde los comienzos de la historia. Principalmente porque cambió drásticamente la manera en la que los seres humanos efectuábamos todo tipo de acciones cotidianas. Entre estas, con el surgimiento de la Web, un sector sociocultural que se vio fuertemente afectado fue la educación, ya que se comenzó a utilizar este medio como un recurso de información, comunicación, divulgación y confección de proyectos. La accesibilidad y rapidez que nos provee la Web fue tanta que, para propósitos educativos, se comenzó a tomar como un recurso tan o incluso más imprescindible que los mismos libros, el papel y el lápiz.

Esto para algunos puede sonar alarmante y no es para menos. Pero el mundo está en constante movimiento y del mismo modo estamos nosotros. Como seres humanos no podemos temerle al cambio y/o a la evolución de nuestro entorno (siempre y cuando dicho cambio sea positivo). Desde un marco de referencia personal, siento que la Web ha facilitado la educación. Como siempre suelo decir, siempre van a haber dos caras de la moneda, el uso de la Web puede tener sus connotaciones negativas, pero entiendo que son muchísimo más los adelantos. El hecho de tener una enciclopedia masiva de información con solamente pulsar un botón, el poder comunicarnos entre nosotros instantáneamente desde cualquier parte del mundo, la accesibilidad a fotos, documentales, videos, documentos, conferencias, reportajes y todo tipo de contenido relacionado a cualquier tema. La educación, y sobre todo el aprendizaje, se ha vuelto accesible por medio de la Web.

Podemos estar en la calle, en nuestra casa o en un salon de clase y en solo segundos, por medio de la Web, podemos conseguir la respuesta a casi cualquier pregunta que nos podamos hacer. Sin embargo, los medios tradicionales no dejan de tener una enorme relevancia dentro de nuestra sociedad. Si algún día hay un apagón y/o se caen los sistemas de comunicación, ahí estarán los libros todavía intocables. Los nuevos medios digitales y tecnológicos son accesibles y rápidos, pero pueden ser inestables y efímeros, mientras que los medios antiguos siempre perdurarán en el tiempo. Está en cada uno de nosotros reconocer para qué y en qué momentos cada cual es el más factible.

De cierta forma, esa es parte de motivo por el cual creo que la percepción de que la Web sea de influencia negativa o positiva a nuestro mundo es una cuestión, hasta cierto punto, de aspecto individual. Porque a nosotros nadie nos obliga a utilizarla más allá de lo que sea necesario, la Web puede ser un recurso extraordinario siempre y cuando se utilice de la manera correcta. NO ES UNA NORMA el utilizar la Web de la manera incorrecta, hacer uso excesivo e ilícito de este medio es una decisión que recae sobre cada uno de nosotros. Como dice esa frase clichosa que escuchamos en todas las películas de superheroes: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. En este caso, la Web es un enorme poder.

En conclusión, creo que el surgimiento de la Web en el mundo fue y seguirá siendo algo significativamente positivo. Aunque debemos reconocer que no es un medio perfecto, nos ha hecho evolucionar como sociedad hacía un futuro donde la invención, el aprendizaje, la creatividad y la comunicación no tendrán barreras. Y cualquier cosa que nos pueda ayudar a mejorar y a crecer, como personas y como sociedad, es algo positivo.

[featured image: Blue and purple mosaic, por Ferdinand Stöhr, Licencia CC]