María.

A un año del paso de María, el huracán más fuerte que le ha tocado a Puerto Rico en el último siglo, muchos residentes de la isla siguen viviendo en condiciones muy dificiles gracias a este acontecimiento. Esto ha marcado la vida de todos los puertorriqueños que residen o residían en la isla. Desde el paso de la tormenta, muchas personas han abandonado su vida en el país buscando estabilidad y seguridad.

Yo pienso que en algún momento muchos nos cuestionamos si irnos de la isla sería nuestra mejor opción, todo parecía incierto y borroso. Los medios de comunicación casi inexistentes por la falta de señal, electricidad y acceso. Inicialmente la información se reproducía en solo una o dos estaciones de radio, por lo que la información no era imparcial. En el silencio eterno de días estancados en el cáos, escuchaba la radio y pensaba en la desgracia que vivía la gente.

Yo, por otro lado, fui afortunada y me acogió una familia bien acomodada que tenían el lujo de una planta eléctrica, por lo tanto podíamos refrigerar comida y encender una lámpara de noche. Mi familia en Cayey estuvo atrapada en la casa por 4 días porque se cayeron los árboles que rodeaban la casa y no supe de ellos por más de una semana.

Puedo decir que me preparé muy bien para el huracán, no me faltó nada de comer y me entretuve preparando postres crudi-veganos para toda la familia.

Al pasar el tiempo comenzaron las clases en la universidad. Tuve que faltar por dos semanas porque estaba trabajando mucho y al intentar terminar mi semestre me di cuenta que no tenia un espacio para trabajar ya que para ese entonces estudiaba pintura y me vi forzada a dejar mi apartamento. Cuando esto pasa no tenia donde pintar ni hacer mis trabajos ya que mis cosas estaban todas en casa ajena. Tuve que dejar mis estudios en arte por esta razón. Después de esto estuve un año sin estudiar.

Todavia recuerdo como si fuera ayer este evento. Pienso que fue determinante en la vida de todos los puertorriqueños y quedará en nuesta memoria para siempre.