Jamás había vivido una temporada de huracanes tan intensa como esta 2017, durante el huracán Irma sentí mucho estrés, mucha ansiedad y sobre todo mucho desasosiego, la desesperación, y la necesidad de comprar suministros, era la orden del día. El huracán tenía su ruta hacia Puerto Rico, pero gracias a Dios se desplazó unas cuantas millas hacia el norte y no ocasionó grandes daños. Solo fueron unos simples vientos con lluvia y en mi hogar perdimos el servicio de agua y luz. Pienso que el Huracán Irma fue un ejemplo para que el pueblo puertorriqueño se preparara ante alguna otra posible formación huracanada. Como era de esperarse, siempre la radio mantiene una información continua, pero las redes sociales son el medio número uno en informal.