Hurricane Irma

[Imagen: Hurricane Irma/ NASA’s Marshall Space Flight Center CC Licensed]

Perdida y ansiosa son las palabras que describen mi sentir luego de los últimos dos huracanes que han azotado a Puerto Rico. Primero con la llegada de Irma pase una semana y media sin servicio de energía eléctrica, esta no fue una experiencia agradable, pero no puedo decir que con Irma las cosas fueron difíciles, no después de lo que he vivido en este ultimo mes.

Con Maria la historia es muy diferente, aterrada es la palabra que debo usar para describir todo lo que sentí durante y después del huracán. Nunca había vivido algo igual, no le deseo esta experiencia a nadie, perdí mi casa, no había comida, no teníamos servicio de agua potable ni comunicaciones, no se imaginan lo difícil que era estar dentro de la isla y no poder comunicarte con absolutamente nadie fuera de tu vecindario porque no habían celulares ni señal y cero internet. Con eso dicho, Irma para Puerto Rico fue nada comparado con la devastación que dejo Maria, incluso hoy casi 54 días después aun seguimos arrastrándonos sin poder levantarnos, suena pesimista, pero es la realidad. Aun hoy seguimos mas del 70% de la isla sin energía eléctrica, aun hay fallas en el servicio de internet y telefonía, cada día cierran mas lugares, mas personas se quedan sin trabajo, mas estudiantes que como yo se ven en la obligación de salir del país o de elegir entre ayudar a su familia o terminar sus estudios. No mi gente, Puerto Rico no se esta levantando, esta estancado.

Positivamente gracias a ambos huracanes me di cuenta de a las personas que realmente les importo, a esas que están ahí en las buenas y en las malas, me di cuenta que mis vecinos no son tan agradables como aparentaban y que la naturaleza esta reclamando su lugar.