Le tengo miedo a las tormentas y la oscuridad. Me da mucha ansiedad saber que algo malo puede suceder. A causa de la ansiedad me pongo me mal humor y lo único que hago es comer. Así que te puedes imaginar cómo me sentía por dentro. Cuando supe que pasaría un huracán ignore la noticia e hice mis actividades cotidianas sin ningún problema. Fui unas de tantos que decidió ignorar lo que pasaba por que no creía que era capaz llegar a Puerto Rico. Pero mientras más cerca estaba del martes más realidad se volvía. Mantuve calma mientras pude, pero es que los medios aumentaban la ansiedad y el pánico. La mejor opción fue apagar el televisor e ignorar Facebook. Pero que caos había en la calle. Filas larguísimas y hasta escases de agua. Todos queríamos hacer lo mismo en el mismo momento. Lo que provoco peleas y un ambiente pesado. Un ambiente que también me afecto y estaba loca por llegar a mi casa. Y todo esto veinticuatro horas antes de la llegada de Irma.

En el momento que llego Irma a Puerto Rico sentí miedo de lo que podía suceder con mi pueblo y mi isla. Pero a la misma vez me moleste porque non veía “acción”. Soy de Ponce y admito que en mi pueblo no paso mucho. Casi no llovió y los vientos no eran los que yo esperaba. Sino vientos que ya había experimentados. Lo único que me dolió es que se fuera la luz cuando aún no sucedía “nada”, pero que podemos hacer con el sistema de P.R…ya ese es otro tema. Me molesto más  por no saber lo que estaba pasando afuera que por no entrar a una red social. Debo de admitir que me sentí tranquila en todo momento. La ansiedad se fue y confié mucho en la vida. Solo deje que todo pasara y no me preocupe más de lo debido. Solo me entristeció mi hermano que vivió todo a puro color.

Ahora le doy gracias a la vida. Porque somos un pueblo que se pudo levantar y no tuvo danos exorbitantes. No nos sucedió lo mismo que a nuestras islas hermanas que fueron destruidas y no tienes los recursos para levantarse. En cambio tuvimos suerte más de la que pensamos. Porque somos una isla bendecida y todavía no nos damos cuenta Y por estos pequeños detalles debemos de ser agradecidos. Porque sí nos tocó, pero no nos hundió. Estoy dichosa de vivir en Ponce (no solo orgullo de león) pero porque fuimos un área poco afectada. No tuve la experiencia de vivir Irma en su esplendor, pero no deseo vivir unas jamás. Irma ya está rumbo a la florida, pero tambien pido por la vida de los dominicanos, cubanos y los habitantes de las Bahamas. Espero que se hayan preparado bien. No quiero que lo que no me paso a mi le pase a ellos.36920879646_431fe58c9d_h

[Irma y Jose por Jorge S. King.cc  ]