“Prefiero no tener abanico que no tener internet.”

                                                -Joven de 22 años. Mayagüez, Puerto Rico.

Absent

fotografía: Kevin Dooley

No son nuevas noticias que aquello llamado “web” se ha vuelto un componente esencial en nuestras vidas. Es esta una de las principales razones para que toda esta situación de “Irmita” haya causado tanta controversia, especialmente entre “millenials”. Y es que, este fenómeno natural no solo nos ha sacado de nuestra realidad laboral, sino que nos ha desconectado del Mundo, en cierto modo.

La vida diaria de una persona promedio de entre 15 y 30 años, consiste en un 71% del tiempo despierto frente a una pantalla digital. De este 71%, una gran mayoría se basa en consumo de internet, y todas sus variaciones. Ahora bien, ¿qué tan diferente sería nuestro diario vivir con la ausencia de este gran fenómeno?

Para muchos, los dispositivos que nos permiten navegar se han convertido en, más que una simple herramienta, una extensión del cuerpo. La rutina diaria de las personas dejó de comenzar, hace ya un considerable tiempo, con salir a la puerta a recoger el periódico impreso para poder saber las novedades. La era digital, sin embargo, abarca mucho más allá de cada uno de nosotros, como individuos. La realidad es, que todos los campos profesionales y educativos se han visto obligados a evolucionar junto a la web, y la industria a la que pertenecemos, no es la excepción.

Hace un tiempo, hubiera sido imposible pensar en una manera no-presencial de tomar un curso de coctelería. Hoy, sin embargo e irónicamente, los más avanzados y reconocidos programas que cubren dicha disciplina consisten, en una razonable parte, de clases en línea.

BarSmarts© es vivo ejemplo de esto.

La compañía estadounidense prepara a cantineros a convertirse en profesionales en su campo, no importa el nivel en que se encuentren al comenzar el programa. El mismo, consiste en cuatro etapas, de las cuales las primeras dos – que sirven como base – son completamente en línea. A Bar Above© y Express Bartending© son ejemplos similares de esta efectiva modalidad de ciber-eduación.

Ahora bien, aunque es evidente que la tecnología y la web nos brindan herramientas sumamente efectivas y con resultados tan fructíferos, todo modelo web está basado en un medio tradicional, o una versión análoga o impresa del mismo. Es decir, los llamados “newsletters” son adaptaciones del periódico impreso; los correos electrónicos, un modelo digital del servicio postal; y, las redes sociales, de cadenas y uniones de grupos de estudio y/o intereses particulares que solían reunirse en lugares públicos para compartir ideas y pensamientos entre sí. Los cursos en línea, no son la exepción al caso. Dado a la presencia evidente de los cursos presenciales y tradicionales, – tanto de asuntos de la industria, como de otros – que es aún vigente y persevarante ante su fuertísima competencia tecnológica, sería aun posible la vida y la educación sin la web. Estamos aun a tiempo para sobrevivir sin ella y esto lo demostramos como pueblo ante el paso del pasado fenómeno atmosférico.

Studying

fotografía: Scott Akerman

Las verdaderas pregunta son, sin embargo, ¿hasta dónde puede autopermitirse la sociedad la expansión inevitable de este fenómeno? ¿será que pensamos que no llegará el día donde habrá que renunciar a la web? ¿estaremos preparados?

Solo hay una manera de averiguarlo.

¿Qué tal si nos perdemos sin WiFi para encontrarnos de veras?