Aprecié cada una de las cosas que me daba la vida,

les daba todo el valor que se merecían.  Son esos 

pequeños detalles los que me hacían pensar que 

mi alma florecía.


Aprecié cada una de las cosas que me daba la vida,

y no te miento, las he atesorado todas a pesar del tiempo.

No importa si esas cosas fueron compradas con dinero

porque siempre les daré el mismo valor que a mi propio aliento.



Aprecié cada una de las cosas que me daba la vida,

y todavía lo hago, solo que intento darles un poco de

más significado.  Le doy gracias a esas personas que se

marcharon porque sino fuera por ellas, no le daría el

verdadero valor que merecen esas joyas del pasado.