Cuando comenzamos como grupo, estuvimos siempre al tanto sobre como íbamos a encontrar las entrevistas. En esos comienzos, yo tenía unos trabajos pendientes con uno de los integrantes del grupo. El cual resultó en una presentación incompleta, ya que uno de nuestro grupo nunca se presentó a clase y tampoco se sabía su parte. Al terminar ese trabajo, mi compañero y yo nos integramos mas al trabajo final. Ya cuando nos integramos, dos de los integrantes encontraron personas para entrevistar, pero yo no. Así que nos comunicamos durante ocurrían estas entrevistas. No es hasta que nos percatamos de que uno de nosotros no se había comunicado con nosotros. Nunca dijo que estaba ocupado con asuntos personales y nunca estuvo disponible para reuniones. A pesar de yo no estar disponible para reuniones, daba razones de por qué no podía. En fin, al organizar la presentación, todos estábamos preparados para presentar nuestras partes excepto el individuo que nunca aparecía. Fue hasta el día antes y durante la presentación que apareció y pidió que le explicáramos el trabajo. Ya cuando presentamos ocurrieron daños técnicos y hasta el individuo nos faltó el respeto al no saberse su parte. Estas cosas nos hicieron perder el tiempo, no terminar nuestra presentación y causarle disgusto al profesor. Luego del mal rato, analizamos los sucesos previo a la presentación y concluimos en que no tomamos las acciones correctas para dejarle saber al individuo que estaba haciendo las cosas mal.

En fin, dimos la presentación después del trabajo arduo de los integrantes que hicieron las entrevistas y la presentación.