[Image: Trying new coffee shops by Bobbi Newman, License CC]


Como cualquier otra persona de mi edad, no pasa un día en el que no use internet ni entre a las mismas tres redes sociales: Instagram, Twitter y Snapchat. Es tanta la tentación por saber que ocurre en el mundo y en la vida de otros que se nos hace casi imposible no acceder a estas porque desde el momento en que las descubrimos creamos un vicio mental, terminando adictos a ellas. Claro, no me malinterpreten, no digo que el uso de  la web ni de las llamadas “apps” sea malo pero, ¿acaso sabemos crear un balance entre el tiempo para compartir con nuestras personas cercanas y con nosotros mismos y entre el tiempo para informarnos? ¿Sabemos utilizar correctamente la Internet?

Muchos fuimos introducidos a la web en la escuela primaria. Si bien recuerdo, cuando cursaba el tercer grado solo utilizábamos las computadoras para jugar juegos en línea y para realizar pruebas cortas de matemáticas. ¿Te trae algún recuerdo?  Con el pasar del tiempo lo que se utilizaba como medio de diversión pasó a ser un medio de comunicación que seguimos utilizando. Básicamente mi uso diario con la Internet consiste en enviar mensajes por Whatsapp, publicar fotos que tomo en mi tiempo libre en Instagram y actualizar a mis seguidores de Snapchat sobre el acontecer diario de mi vida. Cabe aclarar, no lo expongo todo en las redes sociales, solo lo que considero apropiado e interesante.

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[Image: by Jenner & co. License CC]

Todo tiene su lado positivo y su lado negativo y la Internet no es la excepción a esto. Además de ser muy buena fuente para encontrar información y comunicarse, también sirve como repelente para el aburrimiento. No obstante, no podemos pasar por desapercibido que la web es un mundo fabricado y manipulado, lo que significa que no todo lo que vemos y leemos en este es cierto. Hemos sido testigos de cómo algunas personas utilizan medios como estos para mofar y difamar la reputación de otras. En adición a esto, vemos cómo algunos jóvenes se obsesionan con querer construir imágenes falsas de lo que catalogan como perfección según lo que ven en la web. Esto ocasiona que se pierda el verdadero sentido de humanidad y percepción hacia la misma.

Si me preguntan si podría volver al pasado y vivir sin internet, mi contestación sería sí. Sin duda alguna la Internet ha revolucionado mi vida al igual que las de otros y la ha hecho más entretenida  pero considero que sin esta mi vida sería una normal como la que tuve años atrás cuando no tenían acceso al internet. No necesito usar la web para poder comunicarme con personas importantes en mi vida. ¿Quiero hablar con alguien? Hago una llamada. ¿Quiero escribirle alguien? Envío un mensaje de texto. ¿Quiero ver a alguien? Coordino una cita. Pienso que si nuestros padres y abuelos tuvieran una vida divertida y podían realizar todos sus trabajos sin el uso de la Internet, nosotros también podemos.

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[Image: by Colors In The Sky, License CC]

 No se puede negar que la eliminación de la Internet en nuestras vidas sería un cambio drástico ya que estamos acostumbrados a hacer uso de esta la mayoria del tiempo. En mi caso, sin la web no podría realizar con eficiencia mi trabajo como asistente de producción para el programa radial para el cual trabajo debido a que gracias a esta y a las redes sociales puedo contactar a los artistas que son invitados al programa. Sin embargo, sigo considerando que la ausencia de la Internet no me privaria de llevar una vida normal ni de disfrutarla como lo hago ahora.