Foto por: Omar Álvarez

Podre yo, ser muy directo o muy profundo cuando escribo, pero esta de ahora va por todos mis querendones. La verdad es que muchas veces me pongo a mirar los problemas de la juventud y me revienta la consciencia el hablar tanto de ello, por eso esta vez, vamos a darle honor a quienes lo merecen. Tan reciente como ayer, este caballero de la foto, quien es casí mi abuelo, cumplio sus 101 años de vida y aunque muchas veces el es gruñon y molesto en gran medida, lo cierto es que le guardo grande admiración debido a ese logro. Son muy pocas las personas que tienen el privilegio y la dicha de vivir un siglo y todo lo que en ello conlleva. Gracias a lo visto en el y en muchos otros de mis ancianos, es que quiero expresarle mis respetos a todos los abuelos y abuelas, tanto en familia como a los realengos partyceros, pues por ustedes es que nosotros los jovenes hemos llegado hasta aquí. Ustedes son nuestros primeros maestros, nuestro guias y mentores, nuestros consejeros y hasta nuestros bancos personales. Ustedes son los que nos consienten, malacostumbran y “tongonean”, los que nos animan a seguir adelante, nos regañan y nos hacen recapacitar por nuestros errores y faltas, los que nos hacen reir, los que más se preocupan por nosotros y porque seamos hombre y mujeres de bien en esta sociedad. Yo les quiero dedicar a vosotros este post y quiero que todo aquel que lo lea, sienta lo mismo que yo. Cada persona que lo lea, busque a un anciano y/o a su abuelo o abuela y cuando lo vea, dele las gracias y hagalo sentir que es importantes. Muchas veces nos olvidamos de ellos y los dejamos abandonados, cuando ellos lo unico que buscan es hacernos bien y recibir amor de parte de nosotros. Sobre todo aqui es P.R. donde en muchas ocaciones se les falta el respeto, se les maltrata y se les niegan sus derechos. Vamos a detener esto y vamos a darles el lugar que ellos se merecen.

 

A todos ustedes, mis ancianos… ¡¡¡GRACIAS!!!

Son Ejemplo 🙂

Foto por: JonRo CC Lic. - Flickr
Foto por: JonRo
CC Lic. – Flickr