Luego de mis años de estudio tuve dificultad en seleccionar la carrera que quería estudiar.  El tiempo pasaba y todo se complicaba, ya que era el momento de tomar una de las decisiones más significativas en mi vida.  Como en todas las familias, desde niño te preguntan, ¿qué quieres ser cuando seas grande? Las opciones de ser doctora, maestra, psicóloga, arquitecta e inclusive diseñadora quedan a un lado, a la hora de la verdad no tienes una respuesta.

Aún recuerdo mi último año en el Colegio Santa Rosa Superior: fue frustrante ya que mis amigos tenían un plan establecido y yo albergaba dudas. Pase noches conversando con mi mamá sobre mis inquietudes base a las universidades y sobre qué iba a estudiar.  Evalué cada una de ellas y las carreras que ofrecían.  Finalmente,  ¡Tomé mi decisión!

Aquí estoy, próxima a graduarme.  Ya han pasado casi cinco años desde que di mis primeros pasos en la Universidad del Sagrado Corazón.  Como toda “prepa” estaba pérdida por los edificios, sin tener ni idea donde estaban los salones, y sin un amigo que me ayudará a lo largo de este proceso.  Esto aumento, significativamente, mi grado de nerviosismo y tensión durante ese primer día.

 La universidad es sinónimo de experiencias, aventuras, conocimientos y amigos nuevos.   Es el momento en el que dejas a un lado el joven adolescente para convertirte en  adulto.  Todo discurre muy rápido. Te enfrentas a un ambiente diferente al que estás acostumbrado, y uno debe adaptarse.  No conoces a tus profesores y no tienes compañeros fijos en las clases.   ¡No fue fácil!

Cada una de las experiencias que proporciona la Universidad son necesarias, te hacen crecer como persona y como  profesional.  Puedo decir que, en la actualidad, soy una persona totalmente diferente a la que se presentó en Sagrado hace varios años atrás.  Deseo desarrollarme en el campo publicitario y, para ello, me siento comprometida a proporcionar el máximo en cada uno de los trabajos que realizo.

Los profesores han sido pieza clave en mi desarrollo como estudiante y en  el desempeño de mi educación.  Esta carrera es competitiva y sobrevive el que se adapta a los cambios con rapidez.  Se tiene que trabajar bajo presión las veinticuatro horas del día, siete días por semana, sobresalir y dar el máximo, al mismo tiempo que se debe estar a la vanguardia e intensificar la calidad del trabajo día a día.

Actualmente, estoy tomando los últimos cursos de mi carrera universitaria.  Para mí, estos años transcurrieron muy deprisa.  Cuando menos lo espere, estaré vistiendo mi toga y desfilando en el día importante de mi graduación.  ¡Estoy lista para lo que venga!

“La única manera de hacer un gran trabajo es amar lo que hace. Si no ha encontrado todavía algo que ame, siga buscando. No se conforme. Al igual que los asuntos del corazón, sabrá cuando lo encuentre” -Steve Jobs