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El deporte de Caballeros

Las peleas de gallos son legales en toda América Latina. En Puerto Rico, siendo parte de los EE.UU, son los únicos en dicho país que aun las mantiene como legales. En varias otras partes del mundo del mundo, también son legales. En Puerto Rico la industria de gallos (peleas, crianza, venta de equipo) genera sobre 100 millones de dólares al año. Es una industria regulada por el Departamento de Agricultura desde el año 2007, la cual es la segunda industria agrícola más importante del país. Solo es superada por la industria lechera. Es decir, en Puerto Rico se produce menos alimentos que peleas de gallos.

En Puerto Rico pelean gallos todos los días del año en distintas galleras. Se apuestan millones de dólares durante todo el año y las apuestas son legales. Se le conoce como el deporte de los Caballeros ya que es el deporte donde usted juega verbalmente con otra persona desde un dólar hasta miles de dólares durante una pelea empeñando solamente su palabra de Caballero y al final de la pelea el perdedor muy caballerosamente paga al ganador el dinero apostado.

El deporte de los gallos en Puerto Rico es monitoreado por el Departamento de Recreación y Deportes quien a su vez le otorga los permisos a las galleras. Por reglas ninguna gallera puede casar más de 50 peleas en un día de jugada regular que es el equivalente a 150 gallos los cuales pelearan por espacio de 14 minutos máximo y donde interviene un juez de valla (valla es el redondel donde pelean los gallos) que es el único que tiene potestad de intervención durante todo el transcurso de la pelea.

También es catalogado por muchos como el Deporte Nacional de Puerto Rico por ser una de las actividades deportivas de mayor antigüedad en nuestra historia con más de tres siglos de existencia. Por la gran cantidad de público que lo patrocina desde niños hasta ancianos y desde las personas más humildes hasta las más poderosas. En cada familia puertorriqueña existe algún miembro incluido en este deporte.

Me di a la tarea de escribir sobre este tema ya que personalmente soy amante a este deporte y a estos animales. Desde pequeño me crié en este ambiente ya que toda mi familia estaba ligada a este desde mi padre, mis tíos y hasta mi abuelo. Aparte del dinero y las peleas en la gallera solo asisten hombres y puedo decir que en este ambiente yo me convertí en uno leal, honesto y de bien. Puerto Rico atraviesa por una situación económica en el cual a la clase trabajadora le está afectando grandemente, y para mi es increíble ver cómo estas personas sacan su “dinerito” para ir a la Gallera y jugar su gallo y disfrutar del ambiente.